Castaño del Robledo, con poco más de 220 habitantes en 2023, es una localidad situada en el centro de la comarca onubense de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, la zona norte de la provincia de Huelva que linda con tierras sevillanas y también con la provincia de Badajoz y con Portugal.
Con un importante Conjunto Histórico catalogado Bien de Interés Cultural en 1983, su trazado urbano se adapta a la topografía del terreno con calles bastante paralelas o perpendiculares a las líneas de nivel, provocando vías de grandes pendientes, con su núcleo originario desarrollado alrededor de su interesante iglesia Inacabada que comenzó a levantarse en la periferia debido al aumento experimentado en la población.
También conocida como Iglesia del Cementerio por albergar tumbas y nichos hasta que hacia 1940 se construyó el nuevo cementerio local, su edificación es un hito en la arquitectura provincial, pues incluye de modo directo procesos de construcción inexistentes en otros edificios dieciochescos de la zona, siendo así una de las obras más importantes de la época en estas tierras por su labra inacabada en cuya fábrica puede verse cómo se sucedían los trabajos en el trazado de arcos, bóvedas, lunetos, etc, pues el proceso de diseño de sus elementos estructurales y decorativos se muestra a través de la magnífica serie de planos dibujados a escala que cubren muchas de sus paredes, por lo que la iglesia, con su carácter de inacabada, es un valioso ejemplo del proceso constructivo de la arquitectura barroca onubense.
Su origen está en el año 1784 cuando se inician los trámites para la ampliación de la iglesia parroquial local, aunque al final se decidió la construcción de esta nueva iglesia con trazas de José Álvarez, Maestro Mayor del Arzobispado de Sevilla; una iglesia que es un ejemplo singular creado con rigor neoclásico por dicho arquitecto junto con Antonio Matías de Figueroa y Fernando Rosales, aunque en él perviven ciertos rasgos barrocos, de modo que de haberse acabado, hoy sería un destacado ejemplo de la arquitectura andaluza de transición del barroco al neoclásico.
De planta rectangular de 48,60m de largo por 16,30m de ancho y con una superficie construida de casi 900 m2, su interior se muestra en una única y gran nave cubierta finalmente por la restauración de la arquitecta Alicia de Navascués hacia el año 1990 por bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos, con cinco capillas-hornacinas en cada lado comunicadas entre sí por pequeños arcos, y con capilla mayor y sacristía.
Hoy, la Iglesia Nueva, de grandes proporciones y aún inacabada, cumple funciones sociales y culturales importantes de cara a acontecimientos representativos a nivel local, como por ejemplo los actos relacionados con la celebración de la Romería de los Ángeles.
Foto: Xavier (Wikimedia Commons)
