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miércoles, 22 de marzo de 2023

Jaén.- Catedral.

 


Al igual que pasara en otras catedrales andaluzas, la catedral de la Asunción, de Jaén se implantó utilizando como tal su vieja mezquita Mayor islámica. Pero en el año 1492, y bajo el obispado de Luis de Osorio, se comenzó a construir una iglesia nueva por el maestro Pedro López, con la intervención de Enrique Egas, continuándose las obras hasta 1519, aunque parte de la fábrica hubo de demolerse en 1525 por amenazar ruina.

Tras un tiempo de paro, en 1548 el Cabildo decidió el concurso de varios maestros para diseñar la nueva catedral, siendo elegido el célebre Andrés de Vandelvira, quien inició las obras por la cabecera, conservando algunos basamentos y lienzos levantados por Pedro López, decorados con robusta franja de follaje de tipo gótico.

De planta rectangular, la catedral es una espléndida iglesia de salón, de tres naves, con capillas-hornacinas laterales y cabecera plana. Al igual que las de Granada, Guadix o Baeza, los pilares se recrecieron con columnas corintias de fustes estriados y bastones a distintas alturas, típico de Vandelvira, pero superando la grandiosidad interior de este templo a los antes citados, y con un clasicismo de mayor perfección que en aquellas. Mención especial merecen sus bóvedas vaídas, situadas a igual altura, decoradas con elegantes motivos geométricos.

En el lado de la Epístola levantó Vandelvira su majestuosa Sacristía, realizando en ella una de sus más originales composiciones: de planta rectangular, frentean sus lados mayores grupos de columnas pareadas estriadas y con bastones, de pedestal único, que unidas a pilastras se distancian en distintas longitudes para soportar arcos de diámetros diferentes, alternados en un ritmo magistral. El salón se cubre con una bóveda de cañón decorada con medallones que se acabó en 1577, dos años después de la muerte del maestro.

Esta Sacristía, junto con la Sala Capitular de la catedral, concebida con especial purismo en sus órdenes jónicos apilastrados e igualmente cubierta con bóveda de cañón y finalizada en 1556, forman dos de las obras maestras indiscutibles de nuestra mejor arquitectura renacentista andaluza. Posteriormente, otros dos maestros mayores de la catedral, Aranda y López de Rojas, desarrollarían una interesante actividad en ella, representando la tradición manierista y los principios del barroco.

Eufrasio López de Rojas, Maestro Mayor de la catedral desde 1659, diseñó su suntuosa fachada principal, acabada en 1688, planteando la búsqueda de efectos espaciales a través de un acertado uso de la arquitectura y la escultura, tanto de estatuas como de relieves, consiguiendo con su enorme tamaño otorgar un cierto efecto barroco italiano en su esquema clasicista, y creando con su elegancia y formalismo una de las composiciones más importantes de la arquitectura española del siglo XVII.

Bien de Interés Cultural desde 1931, la culminación de esta catedral estuvo a cargo de José Gallego, que a partir de 1726 se ocupó del cerramiento de parte de sus bóvedas, la construcción del coro y las trazas del trascoro, donde se aloja una pintura de Salvador Maella.

Foto: Belén Ruiz L.

Bibliografía:

*Historia de la Arquitectura Española. Tomo 3: Arquitectura Renacentista. Editorial Planeta, año 1986. * Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico