Elevada a la categoría de Colegiata por don Fernando el Católico, esta iglesia de Santa María la Mayor es el edificio religioso más importante de la ciudad de Ronda. Su proceso constructivo duró más de dos siglos, pudiéndose distinguir en ella las distintas etapas por las que pasó a través de los estilos arquitectónicos que muestra en su composición. Dada la orden de su construcción por el propio rey don Fernando tras su reconquista de la ciudad en 1485, esta se inicia en los últimos años del siglo XV o primeros del XVI.
El lugar elegido para ello fue el que ocupara la antigua mezquita Mayor de la ciudad, obra del siglo XIII, de la que conserva un arco de herradura con decoración de escritura árabe en yeso y que enmarcaba el mihrab.
El interior de la iglesia está claramente dividido en dos partes: una es de estilo gótico tardío de grandes naves separadas por arcos apuntados, que va desde los pies del templo hasta el coro. A continuación, el crucero y la cabecera muestran una arquitectura nueva y más monumental, de estilo manierista, que gana en altura a la parte gótica. La unión entre ambas zonas se realiza a través de pilares góticos reforzados con otros a los que se adosan columnas estriadas rematadas en capiteles corintios.
Un terremoto en el año 1580 hundió parte del templo correspondiente a la cabecera, y su reconstrucción, que se inició a los pocos años, se prolongaría hasta aproximadamente el año 1720, acabándose ahora en estilo barroco; tras ella, la primitiva armadura de madera que cubría el techo dio paso a un sistema de bóvedas semiesféricas de yeso.
Del interior de la iglesia destaca el coro, situado en el centro, creado en madera tallada con figuras del santoral en los respaldos y con decoración de acantos. Y en la cabecera, y presidiendo el altar Mayor, se levanta un retablo barroco obra de finales del siglo XVIII en madera sin pintar, con columnas abalaustradas.
De su imagen exterior sobresale su hermosa y robusta torre de clara influencia mudéjar, construida después de 1523, año en que la anterior torre fuera destruida por un rayo. De base cuadrada, los cuerpos superiores quedan rematados por menudas balaustradas de tracería gótica con pináculos acabados en bolas en los ángulos. El alto cupulín que presenta el final de la torre es del siglo XVI, con decoración de cerámica en azul y blanco y con pequeñas pilastras de ladrillo.
Bien de Interés Cultural desde el año 1931, sobre la antigua portada de la iglesia se construyó a principio del siglo XVII un añadido de tres plantas de altura, el inferior a modo de pórtico con arcos de medio punto, y sobre él una doble balconada que serviría como tribuna para las autoridades que presenciaban los actos y espectáculos que se celebraban en la plaza que se abre ante ella. Las dos portadas laterales de este templo, ubicadas la una frente a la otra, son muy semejantes entre sí en su composición, y quedaron levantadas a lo largo del siglo XVII.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
