Se sabe que la localidad de Niebla contó con una alcazaba durante la época islámica; una alcazaba que fue entregada al rey de Castilla cuando se produjo su rendición en el año 1252. Poco más de un siglo después, en 1367, la villa, y con ella el alcázar, fueron entregadas al poderoso señorío de los Guzmanes, quienes la repararon y la reconstruyeron en su mayor parte. Durante las últimas décadas del siglo XV o principios del XVI fue cuando se construyó su castillo, siendo Don Enrique, IV conde de Niebla y II duque de Medina-Sidonia el único representante del linaje de los Guzmán que en algún momento habitaría este majestuoso castillo de Niebla.
Sus constructores fueron alarifes mudéjares que fueron traídos expresamente hasta aquí para la ocasión; personas que llegaron a constituir una importante colonia dentro de la ciudad, y cuyas relaciones fueron reglamentadas en el año 1493 mediante ordenanzas específicas.
El castillo cuenta con abundantes troneras y se presenta en la actualidad protegido por un total de diez torres, seis son de base cuadradas y las otras cuatro cilíndricas, construidas al igual que los lienzos de muros en mampostería, con zócalos y aristas de sillería en las esquinas. Al exterior, en su flanco Norte, el muro del castillo se confunde con el propio recorrido de la muralla que rodea toda la villa, al emplazarse la fortaleza adosada al recinto general amurallado.
Hacia finales del siglo XVII o principios del XVIII debió construirse la barbacana norte sobre los restos de la antigua, ya muy deteriorada en 1615. En el siglo siguiente, nuevos daños y desperfectos harían mella en el recinto, y en especial en la torre del Homenaje con motivo del Terremoto de Lisboa del año 1755. Más desastroso fue aún el siglo siguiente, siglo XIX, cuando en 1810, durante la Guerra de la Independencia española, el mariscal Soult abrió troneras en los muros de la barbacana para la artillería, y en su retirada voló el edificio, dejándolo completamente derruido, pasando a ser desde esa fecha lugar de vivienda de personas marginales hasta que en 1935 se intentó desalojarlas construyéndose para ello una nueva barriada
Restaurado en la década de los años 60 del siglo XX por el arquitecto Rafael Manzano Martos y sometido a nuevas intervenciones en los años 80 que incluían limpieza y consolidación del edificio, el castillo se encuentra hoy muy mejorado estética y estructuralmente, siendo actualmente visitable.
Bien de Interés Cultural desde el año 1945, su interior cuenta con una zona de exposiciones en las torres y en el interior y sótanos de las defensas abaluartadas de su flanco norte; y además, el Patio de Armas ha quedado configurado como marco para diferentes actividades culturales entre las que destaca la celebración anual del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.