En la comarca malagueña de la Costa del Sol Occidental se encuentra la localidad de Manilva, famosa por sus playas y sus vinos, y quizás poco conocida por su patrimonio histórico y monumental donde destaca la presencia de este Castillo de la Duquesa, también conocido como Fortín o Fuerte de Sabinillas.
Este castillo se creó con independencia del sistema de torres-atalayas de vigilancia que ya existía a lo largo de toda la costa; de hecho su construcción respondía a la necesidad de proteger el amplio fondeadero existente en este lugar, próximo a Gibraltar, en tiempos en que se trataba de recuperar militarmente esta plaza durante la Guerra contra Inglaterra por el llamado “Tercer Pacto de Familia” (1761) firmado entre las coronas de España y Francia.
Así, el rey Carlos III de España, decidido a controlar esta importante zona estratégica, lo mandó construir en el año 1767 sobre restos de murallas de un viejo castillo junto a una villa romana, parte de cuyo material se reutilizó para su construcción.
Creado como fuerte defensivo, aquí se instaló una guarnición de Infantería y otra de Caballería para atacar al enemigo -principalmente corsarios y piratas y navíos de distintas nacionalidades que durante aquel siglo XVIII se disputaban el dominio de estas costas- y dar cobijo a los soldados allí destinados.
La imagen del castillo ha ido cambiando con el tiempo. En principio su distribución mostraba zonas bien diferenciadas, con su acceso exterior defendido por un fuerte muro que le precedía a la puerta de entrada, un foso que se salvaba mediante un puente levadizo y un patio central rectangular que repartía a todas las dependencias donde había capilla, cocina y otras zonas comunes.
Durante la Guerra de la Independencia (principios del siglo XIX) el castillo estuvo ocupado por las tropas francesas y fue objeto de ataques navales por la marina inglesa, perdiendo poco después su antigua importante función militar.
Y así permaneció durante años, vacío y sin uso, hasta ser ocupado luego por el Cuerpo de Carabineros de la Costa para tratar de evitar el contrabando y vigilar sus playas.
Hoy este castillo es un importante centro de atracción turística local, y no solo por su valor monumental e histórico, sino que también por las distintas actividades que recoge a lo largo del año como por ejemplo el Poblado Navideño de invierno o el Mercadillo Medieval veraniego que se instala a lo largo de sus murallas.
Bien de Interés Cultural desde 1985, hoy el castillo es sede del Museo Arqueológico Municipal de Manilva y en su interior, además de distintas piezas de artillería y un museo dedicado a la esgrima, muestra objetos recogidos en el Yacimiento Arqueológico romano del “Entorno del Castillo de la Duquesa” cuya cronología abarca desde los siglos I al V de nuestra Era.
Se trata principalmente de una colección de cerámica, ajuar funerario y adornos personales romanos de aquella época, donde hay también otros objetos como monedas y utensilios de la vida común de entonces.
Foto: Tyk (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
. Castillo de la Duquesa de Manilva: un viaje al siglo XVI.- AZ Costa del Sol, en: https://www.azcostadelsol.com/oncesoles/castillo-de-la-duquesa-de-manilva-un-viaje-al-siglo-xvi/
. Castillo de la Duquesa. Museo Arqueológico Municipal de Manilva.- Turismo de Andalucía, en: https://www.andalucia.org/listing/castillo-de-la-duquesa-museo-arqueol%c3%b3gico-municipal-de-manilva/16926102/