El recinto fortificado de Adra fue mandado construir por la reina doña Juana en el año 1505, dentro de la política de control y defensa de la costa del reino granadino iniciada por los Reyes Católicos, aunque su acabado final se retrasaría durante algunas décadas
Su objetivo era la protección de la costa, la nueva frontera de la zona cristiana tras la conquista de la capital granadina, ahora repoblada con el asentamiento de cristianos viejos incentivados con beneficios fiscales.
El recinto amurallado de la ciudad presentaba planta de un hexágono irregular, con una longitud total de unos 475 m. que incluía cuatro torreones redondos y otros tres de planta rectangular de refuerzo en las esquinas.
Como elemento para la defensa activa se había previsto un camino de ronda bordeado por un parapeto de tapial y ladrillo, con saeteras, que remata superiormente todo el perímetro, y por torreones en la parte inferior del muro y torres.
La muralla contaba con dos Puertas de acceso: la conocida como Puerta del Mar, defendida por un muro bajo o revellín que impedía que fuera abatida por la artillería desde el mar, y la llamada Puerta de Tierra o del Campo, situada en la anteriormente conocida como Plaza Vieja, defendida por una torre.
Durante el siglo XVI el recinto fortificado se convirtió en acuartelamiento de tropas permanentes cuya función era impedir los desembarcos de piratas norteafricanos en tierras alpujarreñas. Este recinto aguantó los embistes protagonizados por Aben Humeya, y en 1569 sirvió de cuartel del gran ejército del marqués de los Vélez y como punto de partida de sus últimas y decisivas campañas.
No obstante, este dispositivo no fue suficiente para contener el 14 de octubre de 1620 el saqueo sufrido por Adra por una flota turco-berberisca; entonces los supervivientes se refugiaron en la Torre del Homenaje del castillo y un día después las milicias de socorro de las poblaciones cercanas obligaron a reembarcar a los asaltantes. Por entonces, en la iglesia parroquial que también fue incendiada, se creó sobre las cubiertas de la cabecera un antepecho con saeteras para la defensa del vecindario.
Los continuos aportes de los sedimentos del río alejaron la muralla del mar, por lo que en el año 1833 fue declarada inútil por no servir para el alcance de los cañones, autorizándose su derribo en el año 1853. Su posterior función fue la ded cárcel, y luego la de cantera para material de construcción.
Bien de Interés Cultural desde el año 1985, la muralla de Adra ha sido restaurada por la Consejería de la Junta de Andalucía en el año 2008.
Foto:dePoniente GDP Almería Occ (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
. Adra Turismo. Descúbrenos. Cultura y patrimonio, en: adraturismo.com
. Muralla urbana de Adra. Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
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