La iglesia de San Jorge Mártir de Alcalá de los Gazules constituye un importante elemento arquitectónico que, además, reúne unos especiales valores históricos y artísticos de gran interés.
En efecto, esta iglesia fue uno de los primeros edificios levantados en la localidad, conformando así el núcleo inicial a partir del cual se fue formando la población actual, siendo así un elemento clave para su configuración urbanística.
Su especial emplazamiento, en la parte alta de Alcalá, su gran volumen constructivo y la verticalidad de su alta torre-campanario hacen de ella el hito más relevante en la perspectiva urbana, y lo convierte además en el elemento inseparable de la fisonomía que hoy aún define a esta localidad.
La iglesia se levantó en la primera mitad del siglo XVI sobre el solar de una antigua mezquita. Tras la reconquista de la zona se alzó allí una primera capilla llamada Ermita de San Jorge, considerada en el siglo XIV “Iglesia Mayor”, y que junto con las ermitas de San Vicente y San Ildefonso constituirían las primeras collaciones de la Villa y de su vida religiosa, quedando luego refundidas las tres en la actual iglesia de San Jorge.
En su arquitectura sobresalen del conjunto sus dos espléndidas portadas y en especial la de San Jorge que, junto con la capilla Bautismal, responde a la estética del gótico tardío, pudiendo datar ambos elementos de su época fundacional.
Desde el punto de vista artístico, su interior contiene numerosas obras de arte de distintos estilos y épocas, y entre ellas piezas procedentes de otros edificios religiosos de la villa trasladados a la parroquia Mayor al desaparecer la función religiosa de aquellos, convirtiendo a esta iglesia de San Jorge en especial lugar de referencia para el estudio y conocimiento de la evolución artística de esta localidad.
La iglesia se organiza con planta de cruz latina, tres naves de cuatro tramos, crucero saliente, presbiterio elevado de cabecera plana y capilla bautismal a los pies de la nave de la Epístola. Este núcleo primero, construido en el siglo XVI, fue ampliado en el XVII con la edificación de la torre, la sacristía y otras dependencias ubicadas alrededor de la cabecera, y más tarde en el XVIII se labraron la portada de San Juan Bautista, el coro y las capillas abiertas en el muro del Evangelio.
Del exterior destaca su torre de época barroca levantada entre 1629 y 1637, ubicada en fachada, a los pies junto a la nave del Evangelio, dominando el espacio con su bella silueta rectangular de cuatro cuerpos en ladrillo visto.
Bien de Interés Cultural desde el año 2006, de la iglesia destaca su especial emplazamiento, en un lugar que en origen estaba ocupado por una gran plaza y el Patio de Armas del castillo de Alcalá que se encuentra un poco más arriba, justo a su espalda.
Foto: Luis Díez
