La Plaza Alta de Algeciras, punto neurálgico de la ciudad, se encuentra situada en el corazón de su centro histórico, y ha sido escenario urbano y punto de encuentro de importantes acontecimientos ocurridos en ella a lo largo de su historia.
Todo comenzó el 22 de febrero de 1807, cuando el general Castaños le propuso al almirante Manuel Godoy la construcción de esta gran plaza con el objeto de convertirla en un monumento que recordara para siempre aquella época. Con su aprobación, pronto se iniciaron las obras de la que entonces se denominaría Plaza del Almirante, y que finalizaron el 12 de mayo de ese mismo año en el día que coincidía con el cumpleaños del propio Manuel Godoy.
Así, sobre un espacio de 4.420 varas cuadradas y delimitado por chopos de Lombardía, el coronel del Cuerpo de Caballería, Joaquín Díaz de Castellar levantó esta plaza de planta cuadrangular, con cuatro frentes donde quedaban amplias calles de ocho o doce varas de ancho, un cuadro central enlosado con ocho accesos radiales y un monumento conmemorativo en su punto medio en forma de obelisco, que años más tarde, el entonces alcalde Joaquín Bianchi Santacana mandaría derribar (1926). La plaza se embelleció unos años después, en 1929, cuando otro alcalde, Laureano Ortega Arquellada, encargó la singular solería y azulejería que luce este espacio, a las fábricas sevillanas de Cerámica Santa Ana y de Casa González, de Triana.
A lo largo de los primeros cien años de vida, la plaza ha ido pasando por distintos nombres, siendo bautizada en distintas ocasiones según las circunstancias políticas de cada momento. Así, la Plaza del Almirante luego pasó a ser llamada Plaza de la Constitución en 1823, Plaza del Rey en 1824, y tras la muerte de Fernando VII, Plaza de Isabel II. Más recientemente, y ya en el siglo XX, pasó a denominarse Plaza de la República en el año 1931, y Plaza del Generalísimo Franco en 1936, para tomar más adelante su nombre actual de "Plaza Alta".
Varios edificios de interés se encuentran en esta céntrica plaza, entre los que destacan la iglesia Mayor parroquial de Nuestra Señora de la Palma, donde se venera la imagen de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Palma, junto a algunas imágenes procesionales de gran devoción local, como los titulares de la Cofradía del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad, o los de la Cofradía del Nazareno y María Santísima de la Amargura. Otro importante edificio, también de carácter religioso, es el Santuario de Nuestra Señora de Europa, Bien de Interés Cultural desde 1981 y hoy felizmente rehabilitado, donde se exponen las imágenes del Cristo Atado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas, titulares de la Congregación del Lunes Santo algecireño.
Foto:Falconaumanni (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Qué ver Algeciras. Ayuntamiento de Algeciras, en: Algeciras.es