El muro defensivo de la ciudad de Marchena se construye ex-novo por sus ocupantes almohades durante el primer cuarto del siglo XIII, pues según los resultados de las diferentes excavaciones realizadas no existen señales de que la muralla se apoye en alguna otra estructura anterior a ella.
En principio, el cerco defensivo de Marchena estuvo formado por dos recintos amurallados bien diferenciados: el de la Alcazaba, donde se hallaba el Alcázar de la ciudad, y el de la Madina, donde se iba desarrollando su primer núcleo de población.
El primero de los dos recintos citados se emplazaba en el cerro de la Mota, la zona más prominente de la localidad, desde donde se podían ver las poblaciones cercanas, y donde ha sido documentada la existencia de barbacanas, que no han sido vistas en las excavaciones realizadas en sectores del recinto de la Madina. Este último recinto citado albergaba la antigua ciudad islámica que se correspondería con el actual barrio de San Juan, y disponía de distintas Puertas de acceso que conectaban con las principales ciudades de su entorno; Sevilla, Écija, Morón, Osuna, etc., y que por ello tomaban su mismo nombre.
De entre las varias Puertas conservadas en el recinto amurallado de la Madina destaca la monumental “Puerta de Sevilla”, también conocida como “Arco de la Rosa”, que ha sido sometida a un amplio proceso de restauración y que en la actualidad supone el elemento defensivo que mejor refleja la imagen de la Marchena de aquella época.
Esta Puerta y su conjunto pertenecen a una reconstrucción realizada en el año 1430, según consta en Bula otorgada por el Papa Martín V para favorecer dicha obra. A ambos lados de esta puerta se encuentran dos baluartes de planta circular, realizados en mampostería y probablemente de esta época, en los que se conservan restos de almagra.
La Puerta se plantea en esviaje y se presenta flanqueada por dos altas torres cuadrangulares de mampostería y sillares en esquina, coronadas por almenas. En el centro presenta un arco de herradura enmarcado por alfiz y con dovelas de cantería. En su parte superior se abre una estancia abovedada con algunas marcas de cantero y con saeteras al exterior, y que da acceso a una plataforma superior también almenada. Al exterior presenta escudos tallados en piedra y en relieve, uno de mayor tamaño sobre la clave del arco de acceso con las insignias de los Colonna y de los Ponce de León, duques de Arcos, con lazos de tradición mudéjar; y el otro, de la misma época, se halla ubicado en la torre que flanquea al exterior
Bien de Interés Cultural desde el año 1985, el Arco de la Rosa constituye hoy una de los accesos más significativos a la zona monumental de Marchena, cuya parte alta muestra los restos de su Castillo de la Mota – Palacio Ducal.
Foto: Carlos Ruiz Serrano.
Bibliografía:
* Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
