Vistas de página en total

viernes, 17 de marzo de 2023

Córdoba.- Mezquita-Catedral.

 


La Mezquita de Córdoba se levantó sobre el solar de la antigua iglesia de San Vicente, respetada por los musulmanes para uso de la comunidad mozárabe hasta el año 748, en el que por presión de los muladíes el templo acogió los dos cultos, cristiano e islámico.

En el año 785, Abderramán I compró la parte cristiana y erigió la que fuera primera mezquita de Córdoba, luego ampliada sucesivamente por Abderramán II, Alhaqem II y Almanzor, quien en el año 987 dirigió su última ampliación.

Reconquistada la ciudad en 1236, y por disposición de su artífice el rey Fernando III, el obispo de Osma consagró la mezquita convirtiéndola en catedral cristiana con el título de Santa María La Mayor. En 1257 se creó en ella una Capilla Mayor y a su espalda en 1371 fundó Enrique II la Capilla Real, levantándose luego otras capillas adosadas a los muros y realizándose en su interior modificaciones de menor importancia.

En 1521, el obispo Alonso Manrique, emulando a otras diócesis, consigue la aprobación para crear una nueva catedral dentro de la mezquita, comenzando las obras el maestro Hernán Ruiz El Viejo en 1523. Conocidas las primeras demoliciones, los cordobeses con gran sensibilidad trataron de impedirlas en su deseo de salvar la integridad de la obra islámica, requiriendo al Cabildo la suspensión de las obras, incluso con amenazas de muerte para quienes trabajaran en ella. También se solicitó del emperador Carlos I su laudo, que fue favorable al Cabildo, aunque se sabe que años más tarde se arrepintió de ello al ver la obra.

H. Ruiz El Viejo diseñó la catedral de un modo genial, respetando los módulos de la mezquita al desmontar de ella solo lo imprescindible; planteó el nuevo templo, levantó sus muros, y a su muerte en 1547 ya se cerraban las bóvedas del crucero. Le sucedió en las obras su hijo Hernán Ruiz II El Mozo, brillante arquitecto de dilatada experiencia también en la diócesis de Sevilla, quien con carácter ya plenamente renacentista avanzó las obras hasta su muerte, en 1569.

En 1598 el maestro Juan de Oliva acabó la bóveda del coro, con lunetos y bellos estucos italianizantes, en una de las mejores decoraciones puristas de nuestro renacimiento; y con instrucciones de Diego de Praves se acabó en 1599 la cúpula ovalada del crucero, una pieza espléndida en su ornamentación.

Bien de Interés Cultural desde 1882 y Patrimonio de la Humanidad desde 1984, de la Mezquita destaca el espléndido bosque de columnas y arcos de herradura de época califal, el mihrab poligonal de Alhaquem II, o el gran Patio de los Naranjos. De la obra cristiana se citan el Tesoro Catedralicio donde se expone la Custodia de Enrique de Arfe y el crucifijo de marfil de Alonso Cano, y la magnífica sillería del coro frente al altar Mayor, obra barroca de Pedro Duque Cornejo del año 1750.

Foto: Carlos Ruiz Serrano.-

Bibliografía:
*Historia de la Arquitectura Española, tomos 2 y 3.Editorial Planeta, año 1985.