Según la tradición, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles, de Cabra fue construida sobre una vieja mezquita de la que se aprovecharía su estructura. Hoy no queda nada de su composición primitiva, ya que aquel primer edificio fue reconstruido sucesivamente en los siglos XVI y XVII hasta obtener su fisonomía barroca y definitiva durante el siglo XVIII bajo la dirección del arquitecto Benito Jiménez, quien realizó las obras entre los años 1747 y 1752.
Su espacio interior se presenta como un bello salón organizado en cinco naves, un poco más ancha la central que las cuatro laterales, que quedan separadas mediante cuatro hileras de arcos muy peraltados que se apoyan sobre columnas de jaspe rojo, quedando todo cubierto con bóvedas de cañón con lunetos. Esta inusual abundancia de columnas de jaspe imprime una gran suntuosidad a este espacio, que se ha venido a llamar “la mezquita del barroco”, donde el tramo transversal correspondiente a las puertas se cubre con una bóveda oval y dos circulares haciendo las veces de crucero.
Mención especial en esta excepcional iglesia merece su capilla Mayor, donde se levanta su retablo de mármoles rojo y negro, obra del afamado retablista Melchor de Aguirre, quien lo terminó en el año 1674 siguiendo el proyecto del no menos célebre arquitecto local José Granados de la Barrera. Se trata de un retablo de estilo de transición al barroco, buen ejemplo representativo de la mejor retablística marmórea, con jaspes extraídos de las canteras de la Sierra de Cabra, uno de los mejores materiales del momento. La hornacina central de este retablo acoge la imagen de la titular de la iglesia, Nuestra Señora de la Asunción, una talla granadina del año 1693, mientras que en el ático de este mismo retablo se muestra un crucifijo de finales del siglo XVII cercano a la estética de los Mora.
La iglesia al exterior destaca por su alta torre, proyectada en el año 1694 por José Granados de la Barrena y concluida en el año 1724 por Benito Jiménez. De planta cuadrada y con tres cuerpos de muy desigual altura, presenta sus cuerpos de campanas en los dos tramos últimos, de líneas muy barrocas, siendo el superior de ellos de menor altura, coronado con abundante decoración a base de frontones rectos y pequeños pináculos en todo su contorno.
Bien de Interés Cultural desde el año 1982, también merece especial atención la monumental portada principal, barroca y de un solo cuerpo, obra también creada en jaspe y realizada por los canteros Juan Antonio del Pino y Jerónimo de Priego; esta portada enmarca su hueco de acceso entre columnas salomónicas y estípites sobre altos pedestales.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico