El castillo de Belmez, perfectamente visible desde cualquier ángulo, se levanta altivo sobre la parte más alta de un elevado monte rocoso desde el que domina a sus pies la localidad de su mismo nombre, en la provincia de Córdoba.
Las primeras noticias de esta localidad aparecen con motivo de la invasión islámica y sus diferentes etapas históricas: el emirato, el califato y los reinos de Taifas, un largo período de tiempo que acabó en el año 1235 cuando Belmez fue reconquistada a los musulmanes por el rey Fernando III El Santo.
Se tienen noticias de este castillo desde el año 1245, aunque su torre principal y las murallas son de época posterior, del siglo XV, una centuria en la que Córdoba se convirtió en una importante zona de control, pues en la guerra de Granada se pidió ayuda a algunas ciudades castellanas para poder hacer frente al ejército nazarí.
Con el paso del tiempo, uno de los episodios más relevantes de su historia tendría lugar durante la ocupación francesa, entre los años 1810 y 1812, cuando los invasores se apropiaron del castillo ocupándolo durante largo tiempo. Tan importante fue para los franceses esta plaza que hasta llegaron a reparar parte de su recinto, y llegaron a dejar una huella tan profunda entre la población de Belmez que sus habitantes prefirieron deshacerse de este castillo que tan importante resultaba para sus enemigos, e intentaron destruirlo.
A lo largo de su historia, este castillo de Belmez ha pasado por momentos de auténtico olvido, aunque afortunadamente no se ha perdido su majestuosa silueta. Esta situación cambió para bien, en el año 1961, cuando el arquitecto Félix Hernández Jiménez lo restauró en parte y se mejoró el camino de acceso hasta él; y unos años más tarde, en 2001, la Junta de Andalucía invirtió una importante cantidad de dinero para la consolidación de sus restos, consolidándose la torre del castillo y procediéndose al su cerramiento. Posteriormente, en el año 2013, se mejoró su iluminación nocturna, se instaló una puerta al final de la escalinata que conduce al camino de acceso y se colocaron paneles explicativos.
De forma alargada, la planta del castillo se adapta al terreno sobre el que se asienta, una enorme roca infranqueable por el lado Noroeste por un profundo acantilado. La fortaleza presenta seis torres semicilíndricas dispuestas a lo largo de la muralla, que con tramos de distintos grosores rodean el recinto interior en cuyo centro se alza el Patio de Armas, que conserva un aljibe llamado popularmente como la pisada del caballo.
Bien de Interés Cultural desde 1985, destaca en el castillo su fuerte Torre del Homenaje, de once meros de altura, que interiormente se muestra dividida en dos plantas de altura cubiertas por bóvedas de ladrillo.
Foto: Kolforn (Wiimedia Commons)
Bibliografía:
* Castillo de Belmez.- Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico