Chiclana, que aparece en la historia en el año 1303 cuando la villa es cedida por Fernando IV de Castilla a don Alonso Pérez de Guzmán El Bueno en premio por sus servicios prestados en la defensa de la plaza de Tarifa, comienza a construir su primitiva iglesia gótica de San Juan Bautista hacia 1510. Aquellas obras se realizan lentamente –hasta 1576 no se concluirían su Sacristía y torre-, y tuvo que ser derribada en el siglo XVIII ante la imposibilidad de acometer su ampliación debido a su acusado estado de ruina. Actualmente aún se conserva en el templo, en la Capilla Sacramental, parte del bajorrelieve del Descendimiento que perteneció a su retablo Mayor, de 1552, cuyos artífices fueron el entallador flamenco Roque Balduque y el pintor Andrés Ramírez.
El arquitecto gaditano Torcuato Cayón, entonces encargado de las obras de la catedral de Cádiz y figura que marca en esta zona la transición de la arquitectura barroca a la neoclásica, diseñó la iglesia actual que se construyó a partir de 1776 bajo su dirección y hasta su muerte en 1783 con planta de salón, cripta bajo el presbiterio y tres naves de igual altura separadas por pilares de planta cruciforme.
Continuó las obras, con modificaciones, su ahijado y discípulo Torcuato Benjumeda, nacido en El Puerto de Santa María, figura destacada del Neoclásico gaditano, y las continuó hasta su muerte en 1836 sin verlas acabadas, pues se iban demorando por falta de fondos. Quedaban entonces por hacer, entre otros, las dos torres-campanario diseñadas para los pies de la fachada principal y el cubrimiento de la cúpula con su linterna.
Dicha fachada se eleva sobre una plataforma que salva el desnivel existente con la plaza mediante rampas a los lados y amplia grada en el centro. Levantada entre 1791 y 1797, se presenta dividida por las típicas pilastras con guirnaldas en los capiteles jónicos, clásicas en las obras de Benjumeda. La portada es de dos cuerpos: el bajo con columnas corintias pareadas en zig-zag permite la creación de un balcón central superior en cuyo espacio central se había proyectado la imagen de su titular San Juan Bautista, patrón de la ciudad. Corona el conjunto un amplio frontón triangular con esculturas de dos grandes ángeles que portan un escudo heráldico en cuyos cuarteles campean las armas de la propia parroquia, de Chiclana y de Cádiz.
Las obras se suspendieron por la ocupación francesa de la villa entre 1810 y 1812, etapa en que la iglesia sufrió graves deterioros al ser destinada a cuartel general y parque de artillería de la tropa invasora, desapareciendo en ese tiempo valiosos elementos ya labrados y el dinero para su continuación. Tras muchas vicisitudes la iglesia fue finalmente consagrada en 1814 con las obras acabadas solo provisionalmente (la cúpula era entonces provisional y de madera), predicando la primera misa el Magistral Antonio Cabrera, natural de Chiclana y canónigo de la catedral de Cádiz.
Bien de Interés Cultural desde 1975, de su interior destacan las bóvedas elípticas de las dos capillas junto a la cabecera y las bóvedas vaídas de sus naves; los retablos neoclásicos laterales diseñados por el propio Benjumeda, dos lienzos barrocos atribuidos a Zurbarán y valiosas piezas de orfebrería como la Custodia del siglo XVIII.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Iglesia de San Juan Bautista. Cuadernos del Patrimonio Histórico-Artístico de Chiclana de la Frontera, año 2000
. Iglesia de San Juan Bautista (Chiclana de la Frontera).- Cadizpedia, en: https://cadizpedia.wikanda.es/wiki/Iglesia_de_San_Juan_Bautista_(Chiclana_de_la_Frontera)