Emplazado frente a las últimas estribaciones de Sierra Morena e integrado en el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, la localidad y el municipio de Aroche linda ya con Portugal, al norte, y muy cerca también de la frontera con la provincia de Badajoz. Su casco urbano muestra en su zona más alta, a más de 400 m de altitud, su formidable fortaleza con varios siglos de historia y que ha llegado hasta nuestros días en buen estado de conservación gracias a la decisión tomada en el año 1802 por sus vecinos de convertirlo en una de las plaza de Toros más singulares de España.
A principios del siglo XII se inició la construcción de este castillo, de origen almohade y levantado según el modo tradicional de castillos islámicos en esta zona. Posee planta rectangular con diez torres cuadrangulares, cuatro en las esquinas y el resto entre los tramos de muralla; la presencia del castillo daría lugar a que el núcleo de población comenzara a desarrollarse en núcleos concéntricos, ocupando las casas todo el cerro a su alrededor.
En el año 1293 el castillo formó parte, durante el reinado de Sancho IV “El Bravo”, de lo que se conoce como “La Banda Gallega”, una línea defensiva que protegía al Reino de Sevilla de posibles ataques de los portugueses y de algunas órdenes Militares, siendo su papel especialmente importante en cuanto a control y vigilancia durante la Guerra de Restauración Portuguesa, entre los años 1640 y 1668.
El castillo estuvo habitado hasta el final de aquella guerra, siento abandonado luego, perdiendo así su función defensiva. Los tiempos de paz llevaron el castillo al olvido, siendo usado entonces su interior por los vecinos para sembrar pasto y guardar el ganado.
Y quizás el castillo habría desaparecido de no ser porque el Cabildo de Aroche, en 1802, se empecinó en adaptarlo para Plaza de Toros al considerar fácil y barato el proceso en un edificio ya construido y sin uso. Así, todo el Patio de Armas fue para el albero, aunque hubo que nivelarlo derribando para ello parte del castillo para usarlo de material de relleno. En pleno proceso, el Concejo de la ciudad de Sevilla, dueño legal del edificio, mandó parar las obras, cosa que desobedeció el Cabildo de Aroche, que siguió con el coso taurino.
Bien de Interés Cultural desde 1985, el castillo fue tomado por los franceses durante la guerra de la Independencia para acuartelamiento propio en la zona, pero por poco tiempo, pues pronto comenzaron en él las fiestas de toros, una actividad que probablemente acabó salvándolo de su desaparición.
Foto: Dguendel (Wiimedia Commons)
Bibliografía:
. El castillo de Aroche, una fortaleza única que subsiste gracias a su reconversión en coso taurino.- Huelva Buenas noticias, 22 de diciembre de 2016, en: huelvabuenasnoticias.com