La villa de Vélez-Rubio se fue articulando sobre una colina en torno a la primitiva iglesia de San Pedro, edificada en el año 1515 en las proximidades de la pequeña fortaleza conocida como “El Castillico”, generándose así la primitiva zona cristiana-castellana durante los siglos XVI y XVII en un entorno donde también se construye el Concejo y el Pósito.
En el año 1751 un fuerte terremoto dañaría fuertemente la iglesia de San Pedro, por lo que ante su estado ruinoso tuvo que ser demolida, dando paso así a la actual iglesia de la Encarnación.
La nueva iglesia, levantada entre los años 1753 y 1768 siguiendo las trazas de los planos de Fray Pedro de San Agustín, monje jerónimo del monasterio de San Pedro de la Nora, de Murcia, domina la geografía urbana con su imponente volumen, siendo aún hoy por sus extraordinarias proporciones, el edificio más emblemático de toda la ciudad y el que domina todo su paisaje urbano.
Construida bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación, la iglesia constituye un importante ejemplo arquitectónico de la evolución del período barroco hacia la etapa neoclásica posterior, si bien los elementos barrocos predominan sobre cualquier otro detalle decorativo de la época posterior. En cuanto a su organización interior, el templo responde al modelo tradicional de cruz latina sobre una planta rectangular. La iglesia sa encuentra dividida en tres naves de desigual altura en la que la central se cubre con bóveda de cañón con lunetos para su iluminación natural. Sobre las dos naves laterales corren amplias tribunas, cubiertas con bóvedas de crucería, y sobre el crucero se levanta una esbelta cúpula apoyada sobre pechinas, recrecida bajo un tambor octogonal que se presenta abierto e iluminado por ocho artísticas vidrieras.
Aspecto esencial de esta gran iglesia, emblema de la arquitectura barroca almeriense, es su fachada principal, completamente labrada en piedra, que muestra en su frente, entre dos altas torres gemelas, una espléndida fachada-retablo compuesta por tres cuerpos de altura y organizada en tres calles verticales. Estructurada entre pilastras con hornacinas intermedias, su tercer cuerpo está dedicado a resaltar el tema de la Encarnación, y se corona con un tímpano con la cornisa arqueada a modo de arco en cortina.
Mención especial merecen sus dos altas torres cuadradas de cuatro cuerpos de altura, construidas en ladrillo a cara vista, con refuerzos en los ángulos de los dos cuerpos inferiores con sillares de piedra. El tercer cuerpo es de ladrillo entero, y el cuarto se distingue por su planta octogonal.
Bien de Interés Cultural desde el año 1982, entre otros aspectos también destaca porque en el interior de esta iglesia se lleva a cabo cada veinticinco de diciembre la tradicional Danza de Pastores, dentro del marco de la denominada “Misa del Gallo”.
Foto: Jose Lorca (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Ayuntamiento de Vélez-Rubio, en www.velezrubio.es
*Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico