Galera es una pequeña localidad granadina del norte de la provincia, en la comarca de Huéscar, muy próxima a las provincias jienense y almeriense. En su casco urbano abundan las casas-cuevas tradicionales de esta zona, y en su entorno existen parajes tan diferentes como los fértiles campos regados por ríos y manantiales, y los semiáridos de tierras baldías donde abundan vestigios históricos del pasado.
Hacia el norte de la población se encuentra su notable iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación, junto a la Plaza Mayor y núcleo principal de la localidad, donde también se encuentra situado el ayuntamiento.
Antes de las revueltas moriscas de la segunda mitad del siglo XVI ya existía aquí una construcción dirigida por Rodrigo de Gibaja, el arquitecto renacentista más importante de la zona, y de la que hoy solo se conserva la torre, ocupada en su parte inferior por la capilla Bautismal, con una interesante bóveda de crucería. Durante aquella sublevación se concentró aquí una buena parte de los moriscos, por lo que la iglesia fue prácticamente destruida, en especial la parte realizada en madera, quedando solo la obra construida en piedra.
La iglesia es consecuencia de la Bula papal de 21 de mayo de 1492 por la que se erigen las iglesias de los nuevos territorios conquistados a la población islámica de ocupación. Expulsados los moriscos y repoblada la villa, los nuevos pobladores procedieron a la reconstrucción del edificio gravemente dañado, realizando las cubiertas actuales donde destaca en especial la espléndida armadura mudéjar que cubre su única nave, realizada por Juan de Pareja y Juan Casanova en el año 1595, acabándose las obras del templo en 1598.
El citado artesonado mudéjar que cubre la nave de la iglesia es una magnífica pieza de limas moamares con tirantes y decoración de lazo con piñas. Por su parte, la capilla Mayor, separada del cuerpo de la nave mediante un gran arco (en la imagen), se muestra cubierta por una armadura más simple de planta octogonal, apoyada sobre pechinas, todo ello recubierto por adornos de lazo.
En el muro izquierdo de la iglesia se abren algunas capillas de fecha posterior, entre las que destaca la del Cristo de la Expiración, del año 1680, una excelente muestra del recargamiento barroco en un pequeño espacio contrarreformista cubierto por una cúpula oval que lo ilumina superiormente consiguiendo un gran ambiente efectista sobre una abundante ornamentación de yeso. Durante la Guerra Civil gran parte del templo quedó destruido, siendo restaurados sus retablos posteriormente.
Bien de Interés Cultural desde el año 1982, del exterior de la iglesia, de líneas sencillas, destaca su robusta torre, no muy alta, realizada en sillería de piedra con arcos en el cuerpo de campanas y cubierta a cuatro aguas.
Foto: Falk2 (Wikipedia Commons)
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
