Alameda es una localidad malagueña que se encuentra situada en la Comarca de Antequera, muy al norte de la provincia, casi pegada a tierras sevillanas y cordobesas.
En su centro urbano destacan los volúmenes y la fachada de su iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, un bello templo barroco con una alta torre cuadrada que domina el espacio alzándose por encima de las casas de su entorno.
La iglesia que hoy vemos es la tercera que se construye en esta localidad, siendo muy posiblemente su aumento demográfico el que dio como fruto la creación de esta iglesia, creada con el patronazgo de nobles estepeños y con la colaboración de todo el vecindario. Así, la iglesia actual es el resultado de casi tres siglos de obras, ya que la primitiva, que en principio era de planta de cruz latina, se construyó a finales del siglo XVII, siendo añadida su torre posteriormente hacia el año 1710.
En la cabecera se levanta su capilla Mayor que preside un retablo de estilo rococó que en su interior aloja una imagen policromada de su titular, la Inmaculada Concepción.
Sería en el año 1767 cuando la Hermandad del Nazareno creara un camarín a la izquierda de la capilla Mayor, una de las obras más queridas de la iglesia; un camarín que se caracteriza por su bóveda gallonada y su abundante ornamentación de yesería barroca. En la iglesia destacan también otros dos camarines, emplazados en los extremos del crucero, así como algunas importantes obras de imaginería como un Cristo Crucificado del siglo XIV y una talla de la Virgen de los Dolores.
Al exterior destacan las fachadas de esta iglesia, creadas en piedra de mampostería y ladrillo rojo, e impregnadas en su característico color rojizo que envuelve todo el edificio. Dotada de bellos detalles compositivos, destaca en ellas sus dos portadas, una a los pies y otra en el lateral, con hueco de medio punto y adintelada, respectivamente. También su alta torre, de cuatro cuerpos y acabada en un chapitel.
Y como curiosidad, en el patio de esta iglesia se encuentra la tumba del famoso bandolero José María “el Tempranillo”, muerto en el año 1833 tras una emboscada, y enterrado en el pequeño cementerio existente en la propia iglesia. En el patio, situado en la parte exterior de la cabecera, se hallaba el cementerio parroquial cuya actividad cesó en el año 1844 cuando se creó el cementerio municipal. Rodeado de arcos y aderezado de flores, tiene en su interior la tumba del bandolero, presidida por una cruz de piedra, con inscripciones y con un tejaroz que cubre una copia en azulejería de su partida de defunción.
Foto: Paqui zambrana r (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Iglesia Parroquial de la Inmaculada. Alameda, en: andalucía.org
* Origen e historia de la parroquia de la Inmaculada Concepción, Alameda. En: tierrasbandoleras.wordpress.com