Vistas de página en total

miércoles, 19 de abril de 2023

Lucena.- Iglesia de San Mateo

 


La villa señorial de Lucena, situada en las estribaciones de la Cordillera Penibética a 72 km. de Córdoba, fue desde época romana camino obligado de la vía Córdoba-Antequera y hacia el puerto de Málaga. Estuvo bajo dominación árabe desde el siglo VIII y hasta 1340, cuando Fernando III El Santo se apoderó de su castillo y villa, donándola luego al Cabildo cordobés.

Situada en el centro de la ciudad está su iglesia parroquial de San Mateo Apóstol, donde posiblemente se hubo antes una sinagoga y luego la Mezquita, adaptada como en tantos otros casos al culto cristiano tras la Reconquista.

Las noticias históricas de la iglesia se remontan al año 1375, pero la construcción actual es de finales del siglo XV. Así, se sabe que en 1498 fue demolido el edificio anterior y se levantó otro a expensas de don Luis de Córdoba, II Marqués de Comares. En esta época se levantaron la cabecera y las dos portadas, siendo las naves obra del primer tercio del siglo XVI.

El grueso de la obra se atribuye a Hernán Ruiz I y a su hijo Hernán Ruiz II, y hasta mitad del XVII no hay obras de importancia salvo la adición de capillas y la construcción en 1663 de un coro en la nave central, eliminado luego en 1851. Es por tanto un edificio que conjuga elementos constructivos y decorativos propios del gótico final con otros de tipo renacentistas.

El templo tiene tres naves casi de igual altura, cubiertas con artesonado de madera, sin crucero y con cabecera plana; con bóvedas que en la cabecera son estrelladas mientras que la anterior a la capilla Mayor presenta una cruz de Calatrava. El altar Mayor es una gran obra del manierismo español, con retablo elaborado en su parte arquitectónica por Jerónimo Hernández y con imágenes de Juan Bautista Vázquez El Viejo; fue realizado en Sevilla entre 1570 y 1578, y dorado y policromado más tarde por el pintor lucentino Antonio Mohedano.

La fachada más antigua es la del Evangelio, formada por un hueco semicircular enmarcado entre dos agujas acabadas en pináculos y decorados con cardinas y rosetas, en cuyo tímpano preside una Virgen con el Niño bajo doselete gótico. La de la Epístola, de 1544 y dedicada a San Miguel tiene similar composición conjugando formas tardogóticas y platerescas; y la portada principal, plenamente renacentista, es ya de final del siglo XVI.

Bien de Interés Cultural desde el año 2001, su pieza más valiosa es la Capilla del Sagrario, una grandiosa obra barroca realizada entre 1740 y 1772 sobre trazas del presbítero local Leonardo de Castro. Los maestros Leonardo de Castro y Acislo Ramírez dirigieron las obras, de un abigarrado planteamiento decorativo y repleto de símbolos y elementos ornamentales de tipos vegetal y geométrico, y con gran proliferación de espejos y figuras de ángeles, obra del escultor y retablista Pedro de Mena Gutiérrez, quien creó las yeserías, el tabernáculo del centro de su planta octogonal -cubierta por una espectacular cúpula que la dota de una inmensa luminosidad-, y la bella portada que se abre a la nave.


Foto: Carlos Ruiz Serrano

Bibliografía:

*Historia de la Arquitectura Española. Tomo 4: Arquitectura Renacentista. Editorial Planeta, año 1986.

* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico