Madinat al-Zahra es una ciudad islámica parcialmente excavada, cuyo perímetro amurallado rodea una superficie de unas 112 hectáreas. Sus primeros restos descubiertos pertenecen casi en su totalidad a lo que fue su Alcázar, con una extensión de unas 10 hectáreas, aproximadamente.
Se trata de un yacimiento arqueológico de primer orden que se emplaza muy cerca de la ciudad de Córdoba, a unos 9 kms al oeste, en las últimas estribaciones de Sierra Morena, en la ladera de Yabal al-Arus (montaña de la Desposada), junto al valle del Guadalquivir y sobre un espolón de la sierra que se adentra en la campiña.
Esta suntuosa y misteriosa ciudad que mandó levantar Abd-al Rahman III encierra incluso en su mismo nombre hermosas historias y leyendas. La tradición popular dice que el autoproclamado Califa, tras ocho años de reinado, decidió crear una ciudad palatina para su favorita, Azahara. Pero hoy nuevos estudios apuntan a que fueron razones distintas las que impulsarían a Abderrahaman III a fundar Medina Azahara, entre ellas la de dar una nueva imagen, poderosa y fuerte, al recién creado Califato Independiente de Occidente, uno de los mayores territorios gobernados de la Europa medieval.
La nueva ciudad, construida entre los años 936 y 976, se dispuso en tres terrazas rodeadas por una muralla, ubicando el Alcázar Real en la zona superior y en la intermedia, mientras que la zona más baja se reservó para viviendas, y construyéndose la mezquita a extramuros en menos de un mes. La historia apunta a que en la ciudad trabajaban diariamente unas diez mil personas en su construcción, no escatimándose en materiales como ricos mármoles, o en el trabajo de los mejores canteros y artesanos que ayudaron a su encumbramiento.
Todo este magnífico conjunto pronto fue objeto de los enormes destrozos sufridos por las sucesivas guerras que asolaron a toda esta zona a principios del siglo XI, convirtiendo la bella Madinat al-Zahra en ruinas, y acabando así la vida efímera de esta ciudad que se creó de la nada y que tuvo una vida de tan solo unos setenta años.
A diferencia de otros grandes yacimientos españoles, la identificación de Madinat al Zahra y el comienzo de su estudio y recuperación son muy recientes. Así, en el año 1911 se hacen las primeras excavaciones, que se continuaron a lo largo del siglo XX con las interrupciones propias de la Guerra Civil y el proceso de las transferencias autonómicas. En ese largo periodo, y en especial bajo la dirección del arquitecto Félix Hernández Giménez, se excavó la parte central del Alcázar, con una superficie de unas 10,5 ha y se acometieron importantes restauraciones como la del gran Salón de Abd Al-Rahman III.
Bien de Interés Cultural desde el temprano año de 1923, por su innegable monumentalidad e importancia histórica, cultural y artística, Medina Azahara fue además proclamada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad con fecha de día 1 de julio del año 2018.
Foto: Diego Tirira (Wikimedia Commons)