El Teatro Romano de Málaga fue construido en la ladera de una colina, al modo que era norma acostumbrada en Grecia; un monte que en tiempos anteriores fue seguramente la acrópolis de la ciudad, y que tras la ocupación romana fue fortificado por el pueblo islámico. Es de la época de Augusto, aunque reconstruido después, tal como se cita en una inscripción del proscaenium.
Su uso como teatro fue abandonado a finales del siglo III d.C. quizás debido al paso de bandas germánicas; varias tumbas halladas encima indican su caída en desuso, así como numerosos restos de cerámica de tierra sigilatta y tardo-romana con motivos cristianos nos dan la pista de un uso diferente para entonces al de edificio para espectáculo, que se confirmaría por la influencia del cristianismo en la zona, que contribuía a desterrar estas manifestaciones públicas.
Siglos más tarde sería parcialmente expoliado por los musulmanes, que utilizarían sus piedras y columnas en distintas zona de la Alcazaba, permaneciendo luego por muchos años en el olvido hasta 1951 cuando, con motivo de unas obras en los jardines del Palacio de los Archivos, Bibliotecas y Museos, aparecieron de nuevo a la luz los primeros restos: el arranque del graderío de la cávea y pasadizos que desembocaban en uno de los lados de la orchesta.
Aquel edificio, conocido como “La Casa de la Cultura”, se había construido sobre una parte del Teatro Romano, lo cual generó gran polémica por los daños que hubiera podido causar en este monumento ahora redescubierto. Emitido informe por la Delegación Provincial de Bellas Artes, se determinó la excavación del Teatro, invirtiéndose en él el presupuesto de los jardines. Así, en 1960, el arquitecto Pons Sorolla intervino en esta zona en fase de ordenación y reposición de elementos del teatro romano, usado luego para representaciones clásicas.
Finalmente, el Plan de actuación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para 1992 en Málaga realizó la consolidación y remodelación del conjunto monumental de Gibralfaro, la Alcazaba y el Teatro Romano, que supuso el derribo de la casa de la Cultura y la consolidación de la zona del Teatro.
Bien de Interés Cultural desde el año 1972, hoy el Teatro dispone de un moderno Centro de Interpretación ubicado a su lado, en el que por medio de las nuevas tecnologías se puede llegar a conocer la vida y costumbres de la época. Además, ha sido recuperado su uso original, ofreciendo distintos tipos de espectáculos y siendo visitable su interior.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
*Teatro Romano. En: vista.malaga.eu * Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico