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jueves, 13 de abril de 2023

Osuna.- Cilla del Cabildo

 


Osuna es una de las más importantes y monumentales ciudades de la rica geografía sevillana. Su término municipal se encuentra situado en la comarca Sierra Sur, al Este de la provincia.

Con un interesantísimo Centro Histórico catalogado Bien de Interés Cultural desde el año 1967, algunas de sus calles cuentan con notables edificios de muy alto valor histórico, artístico y arquitectónico, como es el caso de su céntrica Calle San Pedro, declarada por la UNESCO en el año 2022 como la calle más bonita de España y la segunda de Europa, por la cantidad y calidad de sus edificios.

Uno de estos edificios es sin duda éste de la Cilla del Cabildo, de carácter no religioso pero perteneciente al obispado, y que estaba destinado a almacenar los diezmos y primicias que en otros tiempos se pagaban a la iglesia.

Convertida hoy en Casa Parroquial, este magnífico ejemplo del barroco sevillano se levanta en el año 1773, según fecha que aparece en la propia fachada, con trazas que se deben al arquitecto nacido en Fuentes de Andalucía, Alonso Ruiz de Florindo, hijo del también célebre arquitecto Juan Ruiz de Florindo.

Padre e hijo trabajaban en la entonces próspera comarca sevillana de La Campiña durante el segundo y tercer cuarto del siglo XVIII, una época en la que la acertada política agraria de los Borbones dio lugar a una intensa actividad constructiva en esta zona, destacando ambos artistas en especial por su admirable maestría en el diseño y realización en ornamentaciones en relieves en piedra de carácter geométrico.

Esta Cilla del Cabildo de Osuna presenta una de las más espectaculares fachadas del mejor barroco andaluz realizado en la provincia de Sevilla, con una esmerada decoración en fachada que contrasta con el uso industrial y de almacén a que se destina el edificio, que serviría como granero de los diezmos eclesiásticos.

Centrada en su bella fachada se encuentra su espléndida portada (en la imagen), de dos cuerpos de altura, como el resto del edificio. El primer cuerpo queda organizado por columnas corintias que apoyan sobre pedestales de perfil curvo y que flanquean un amplio hueco que se muestra enmarcado por un vistoso bocetón de trazado mixtilíneo. Otro bocetón similar delimita el segundo cuerpo, centrado por el emblema de la diócesis de Sevilla: la Giralda, a cuyos pies aparecen representadas las imágenes de las santas Justa y Rufina.

Esta compleja y acertada representación plástica se completa con la presencia de las clásicas jarras con azucenas, y se intensifica con el airoso efecto de la volada cornisa que se gira y se eleva sobre el eje de la portada acentuando así el valor simbólico de tan lograda composición barroca.


Foto: Carlos Ruiz Serrano

Bibliografía:

*Historia de la Arquitectura Española. Tomo 4. Editorial Planeta, año 1985.

*Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.