Todos los que hemos tenido ocasión de estar en Mijas alguna vez hemos podido contemplar el particular atractivo turístico de sus burros-taxi, un curioso invento, original y colorido, objeto de miles de fotografías por parte de los visitantes de la ciudad y hoy convertido en un especial emblema del municipio.
Y es que, lo que comenzó casi como una anécdota y por casualidad en los años sesenta del siglo XX, se ha convertido en un símbolo de identidad de Mijas, conocido por miles de personas españolas y extranjeras.
La historia comenzó en agosto de 1962 cuando el alcalde de la localidad le pidió a uno de sus vecinos, Julián Núñez, asistir con un pollino a la caseta instalada por Mijas en la Feria de Málaga, con la idea de que ofreciera a la gente paseos por el ferial para animar el ambiente. Aquella idea fue un total fracaso el primer día, pero no al siguiente cuando el propio alcalde y otros vecinos conocidos subieron al animal como reclamo, logrando un inesperado éxito de nuevos solicitantes.
Esto pasaba cuando ya en la propia Mijas algunos trabajadores que regresaban a sus casas con sus burros tras su jornada de acarreo de piedras de la Sierra de Mijas o de de la venta del pescado por los pueblos del interior, se topaban con visitantes que les pedían hacerse fotos con ellos o incluso darse un paseo por el pueblo.
Estos trabajadores no tardaron mucho en darse cuenta que las propinas obtenidas por el turismo eran más sustanciosas que sus salarios. Y así, el propio Julián y su hermano Antonio empezaron en 1963 con sus dos primeros burros para esta nueva actividad, acabando su vida profesional con una veintena de ellos, más un poni, cuatro coches de caballos y cuatro carritos de dos plazas.
Para regular la actividad, el ayuntamiento local ha creado aparcamientos con sombra para los 60 burros-taxi y 8 carruajes existentes que se ofertan como transporte turístico, y desde 2019 con una ordenanza municipal que lo controla como servicio sostenible y respetuoso para los animales. Así, para incrementar su bienestar animal y cuidado, y respaldado por revisiones veterinarias periódicas, se han regulado sus condiciones higiénicas y paradas obligatorias y se ha limitado el horario de trabajo y un peso máximo de 80 kgs.
Hoy existen en Mijas hermosos carteles y placas que hacen mención al burro de Mijas, al que se mima y trata con el respeto que se merecen. Como curiosidad, una escultura en bronce y a tamaño real junto al Ayuntamiento invita al visitante a hacerse una foto sobre él. Al estar al aire libre y protegido del sol solo por una ligera pérgola, junto a la escalerilla de subida un cartel avisa en varios idiomas de la alta temperatura que puede alcanzar la escultura. Aún así, el gracejo popular andaluz ya ha llamado a este burro “Quemachochos”, haciendo una poco fina referencia al problema de sentarse sobre él al hacerse una foto sin tomar las debidas precauciones.
Foto: SimónK (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Francisco M. Romero: Los burros taxi de Mijas: el origen de un icono único en España. En: Diario El Español, Málaga, 13 /nov/2022
* Mijas. Burros – Taxi. En: turismo.mijas.es