La monumental iglesia de San Gabriel, situada en pleno centro de la ciudad de Loja y construida en el siglo XVI por Diego de Siloé según apuntan algunas fuentes, o por Juan de Maeda según otras, constituye uno de los más originales ejemplos del brillante Renacimiento granadino.
La historia nos dice que la ocupación de la ciudad tras su reconquista el 29 de mayo de 1486 llegó a modificar su imagen con la creación de nuevos edificios acordes con la nueva religiosidad de la sociedad que se imponía poco a poco. Así, la construcción de esta iglesia queda fijada en el año 1522, continuándose durante el resto de esta centuria hasta que en el siglo XVII comienza a dotarse de bienes muebles, prolongándose durante los dos siglos siguientes.
Durante la Guerra Civil, en la noche del 19 de julio de 1936, el incendio de la iglesia destruyó la mayor parte del edificio, incluyendo su armadura mudéjar y los bienes muebles, quedando en pie solo la torre, los muros y la bóveda del presbiterio, y siendo reconstruida posteriormente a través del Patrimonio Artístico Nacional y con aportaciones del vecindario.
Interiormente la iglesia se organiza según una sola nave con capillas laterales que le aportan un importante volumen adosado a ella. Destaca su capilla Mayor, que se muestra cubierta con bóveda vaída decorada simulando ser una cúpula con pechinas gracias a los tres anillos concéntricos de casetones.
El edificio, de gran porte y varias veces restaurado, destaca por su extraordinaria portada lateral (en la imagen), del año 1566, formada por dos cuerpos: el inferior, con dobles columnas jónicas sobre pedestales abre un arco de medio punto sobre pilastras con figuras en las enjutas que enmarcan la heráldica de su fundador, el arzobispo don Pedro Guerrero. Sobre el hueco, un entablamento da paso al cuerpo superior, con una hornacina donde se muestra la Anunciación con las figuras de Dios Padre, la Virgen y el Arcángel, coronado por un frontón triangular con un escudo heráldico imperial y la leyenda: “Solideo honor et gloria” .
Bien de Interés Cultural desde el año 1931, de su exterior destacan sus robustos contrafuertes, cuya austeridad queda rota por los pináculos con que se coronan, y también la torre, ubicada a los pies en el lateral izquierdo, con planta rectangular, cuatro cuerpos separados por cornisas y acabado con un cuerpo octogonal con huecos para las campanas.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico