Cada año, ya llegada la primavera, el día 3 de mayo se celebra en la localidad jienense de Jimena una de las fiestas más peculiares y populares de toda la comarca de Sierra Mágina: la conocida como el día de “Los Tíos de Ricia”.
Ese día, y desde muy temprano, en las principales calles del pueblo aparecen estos simpáticos personajes, unos sencillos muñecos o monigotes rellenos de paja, que representan a hombres y mujeres que tienen por cabeza una olla o un puchero de barro (en la imagen), y que en posturas más o menos jocosas recrean algunas de las escenas de la vida cotidiana del lugar.
Debidamente preparados desde primera hora de la mañana, ya se presentan convenientemente colocados por distintas zonas del pueblo cuando la mayor parte del vecindario sale a la calle, presentando momentos familiares o grupales en los que, con sus posturas y sus carteles, muestran sus críticas a todo tipo de temas, locales o generales.
Luego, a media mañana, una comitiva del ayuntamiento realiza el mismo recorrido por el que más tarde pasará la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, junto con otras calles adyacentes, visitando así todos los grupos de “Tíos de Ricia” preparados ese año, para otorgar los premios correspondientes.
Teniendo en cuenta que la palabra “ricia” significa destrozo o persona que provoca escándalo, la tradición viene a decir que en Jimena esta costumbre data del siglo XVIII, en tiempos del rey Carlos IIII, cuando con motivo de una subida de impuestos municipales los vecinos de la localidad representaron de forma jocosa y anónima a los recaudadores de las contribuciones en la forma de estos monigotes o “tíos de ricia”.
Esta fiesta, en la que con los muñecos se representan escenas populares en las que no faltan las castañas y el olivo, en la actualidad se complementa a lo largo del día con distintos juegos para los más pequeños; y por la tarde, con la solemne procesión en la que la imagen de Jesús Nazareno se lleva a las afueras del pueblo para bendecir los campos.
Foto: Carlos Ruiz Serrano