El Carpio es una localidad cordobesa que se encuentra situada en la comarca del Alto Guadalquivir, al este de la provincia, muy próxima a la de Jaén.
En su centro urbano, y entre sus edificios de interés, se encuentra esta Torre de Garci-Méndez, mandada edificar por Garci Méndez de Sotomayor y construida en el año 1325 por el maestre Mahomar, según se puede leer en una placa de alabastro que estuvo empotrada en sus muros y que luego se trasladó hasta el palacio de Dueñas, de Sevilla.
Levantada con fines bélicos, fue el origen de la actual población de El Carpio, pues actuó como punto de atracción de los pobladores de la primitiva comunidad que se asentó alrededor de la fortaleza de Alcocer.
La torre formaba parte del anterior castillo mudéjar de los Sotomayor, señores de El Carpio, del cual hoy solo nos queda esta torre. En la capilla de dicho castillo, muy rica en decoraciones religiosas, se celebró la boda de don Gonzalo Fernández de Córdoba, caballero de alta alcurnia gallega de la primera y principal casa de la ciudad de Córdoba, y Doña María de Sotomayor, hija de Garci Méndez de Sotomayor y Doña María de Figueroa, señores de El Carpio.
La torre presenta planta rectangular de 16 x 11,25 m, con una altura de 24,75 m y un grosor de muros de 2,60 metros. Está compuesta por dos cuerpos adosados, uno de los cuales tiene en su interior una rampa de subida de tipo similar a la de la Giralda de Sevilla, mientras que el otro muestra tres estancias superpuestas y abovedadas dotadas de cierta riqueza decorativa que aumenta en los niveles superiores, siendo la planta tercera la de mayor riqueza ornamental. Los dos cuerpos se rematan con una terraza común que se coronan en sus cuatro ángulos con pequeños torreones sostenidos en la característica piedra molinaza. Al exterior muestra un hueco por cada cara en las dos plantas inferiores y algunas aspilleras; la tercera planta cuenta con un matacán en cada cara, flanqueados por aspilleras o huecos mayores de diferentes tamaños.
La torre permaneció cerrada durante mucho tiempo, hasta que en el año 1995 su propietaria, la duquesa de Alba, donó por 30 años su usufructo al ayuntamiento de la localidad; desde entonces se han llevado a cabo distintas intervenciones para su restauración, limpieza y consolidación de su fábrica exterior.
Bien de Interés Cultural desde el año 1983, en el año 2008 finalizaron las obras de intervención en esta torre, realizadas para hacer posible su visita y acondicionamiento interior para uso final cultural y como museo.
Foto: Jjmerelo (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico