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martes, 4 de abril de 2023

Cádiz.- Catedral Vieja

 


La primitiva iglesia de La Santa Cruz se levantó sobre el emplazamiento de la antigua mezquita de la Cádiz musulmana a instancias del conquistador de la villa hacia el año 1263, el rey Alfonso X El Sabio, quien le dio rango de catedral por bula del Papa Urbano IV, para la traslación hasta aquí de la diócesis desde Asido (Medina-Sidonia), como sede para su propia sepultura. La amenaza continua de piratas y enemigos, que se convirtió más de una vez en la Edad Media en trágicos asaltos en incendios, y también la proximidad al mar de Vendaval, explican que no haya llegado hasta nosotros casi nada de aquella edificación alfonsina.

Su planta debió ser rectangular, con tres naves separadas por hileras de pilares que sostendrían arcos ojivales, y remates en cubierta con armadura de madera a dos aguas, como puede verse en la minuciosa panorámica de Cádiz de 1513 conservada en el Archivo General de Simancas, en los grabados de Hoefnagel de 1564 y en los dibujos de A. Van den Wyngaerde de 1567, todos ellos anteriores al tristemente célebre saqueo de la ciudad por las tropas angloholandesas capitaneadas por el conde de Essex en el año 1596, que supuso tal destrucción de la ciudad que el propio rey Felipe II dudara si reconstruirla o abandonarla del todo pasando el resto de la población a El Puerto de Santa María como lugar más seguro. Pero por fortuna finalmente la iglesia fue reconstruida con planos atribuidos al ingeniero militar Cristóbal de Rojas, dirigiendo las obras Ginés Martín de Aranda, y cerrándose sus bóvedas en el año 1605.

Se trata de una espléndida iglesia columnaria con falso crucero y cúpula semiesférica apoyada sobre pechinas, con tres naves separadas por esbeltas columnas de piedra ostionera en estilo toscano bajo arcos peraltados de medio punto. Al exterior, extremadamente sencillo, las cubiertas se muestran revestidas por azulejos de colores traídos desde Triana.

El retablo del altar Mayor es obra de 1647 del ensamblador Alejandro Saavedra, el más famoso de los entalladores barrocos que trabajaron en Cádiz, siendo las esculturas de Alonso Martínez. Destaca el majestuoso retablo de mármol de la Capilla de los Genoveses levantado por Andrea Andreoli con mármoles italianos en 1671. De entre su buena imaginería se cita la imagen del Cristo del Santo Entierro, obra de Francisco Villegas expuesta en una urna de plata, excelente muestra de la orfebrería gaditana del siglo XIX.

Bien de Interés Cultural desde el año 2009, elemento singular de esta iglesia es su Capilla del Sagrario, concebida por Felipe de Gálvez en 1689 como un torreón cúbico articulado sobre las murallas de la ciudad; un alto y limpio volumen en piedra ostionera, con escalera cilíndrica adosada, que destaca del conjunto de la iglesia y constituye hoy uno de los elementos característicos de la fachada sur de la ciudad abierta al mar.


Foto: Carlos Ruiz Serrano

Bibliografía:

*Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Junta de Andalucía.

*Guía de Arquitectura de Cádiz. Editado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental , año 1995.