La ciudad de Écija, heredera de la antigua Astigi romana situada en el Valle del Genil, guarda un interesante pasado patrimonial que se concreta en un total de, al menos, veinte inmuebles catalogados como Bienes de Interés Cultural dentro de su término municipal. Uno de ellos es esta iglesia de Santiago, ubicada en el centro de su Casco Histórico también catalogado Bien de Interés Cultural desde 1966, y que en arquitectura y patrimonio contiene elementos sobrados para dicha calificación.
A poca distancia de la antigua Puerta de Osuna, y en la margen izquierda del “Arroyo del Matadero”, es tradición que existía desde antiguo una ermita dedicada a Santiago que debió servir de núcleo a un arrabal originado allí sobre los siglos XIV y XV. Esta ermita, hacia el año 1450 fue elevada a categoría de parroquia, lo que dio lugar a una nueva iglesia, levantada en estilo gótico-mudéjar.
En los siglos XVII y XVIII se hicieron obras en ella, como la Sacristía, rehecha en el XVIII por José Páez, y la Capilla de los Monteros decorada con yeserías hacia el año 1630. Del siglo XVIII son la Sala Capitular y el Vestuario, así como las capillas Bautismal y Sacramental. En nuevas obras de ampliación y remodelación intervinieron otros arquitectos importantes del momento, maestros mayores de obras del Arzobispado de Sevilla y alarifes ecijanos, destacando Pedro Díaz Palacios, Pedro de Silva o Ambrosio de Figueroa.
La iglesia presenta tres naves separadas por pilares ochavados que soportan altos arcos góticos enmarcados por alfiz, cubriéndose la nave central por armadura de madera en artesa y las laterales con armaduras a un agua. La cabecera tiene ábside ochavado y capillas laterales de testero plano, cubriéndose el presbiterio con bóveda de crucería y las capillas laterales con bóvedas de nervios, todas de cantería.
A su interior se accede desde un bello claustro del siglo XVIII, de planta casi rectangular, y porticado en sus cuatro frentes con arcos de medio punto sobre columnas toscanas elevadas sobre pedestales.
Bien de Interés Cultural desde el año 1983, entre sus muchos elementos destacables se cita aquí su espléndida torre, una de las muchas que dibujan el espectacular perfil barroco de Écija. Ubicada desde su fundación a los pies de la nave del Evangelio, se vio afectada por el Terremoto de Lisboa de 1755, siendo derribada en 1757. La actual se inició ese mismo año con cambio de ubicación, dirigida por el arquitecto Juan Núñez. Consta de un elevado fuste de ladrillo, un rotundo primer cuerpo de campanas, un segundo cuerpo del que emerge un volumen octogonal de ocho huecos, un tercer cuerpo más pequeño con otro elemento emergente octogonal, y un cupulín con linterna cierra la torre y la corona con una cruz de hierro como veleta.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
*Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.