Debido a la posición estratégica y casi inexpugnable de la ciudad de Ronda, la conquista de su plaza fuerte no se hizo posible hasta la gran ofensiva de Fernando el Católico del año 1485, acabándose así con el dominio islámico en el reino de Málaga y abriendo paso a la ofensiva definitiva sobre la ciudad de Granada.
Una vez pacificada la zona, la ciudad experimentó un desarrollo considerable, y sus necesidades de crecimiento impulsaron a los dirigentes del siglo XVI a intentar la construcción de un puente en la parte más profunda de la garganta excavada por el río Guadalevín; pero las dificultades técnicas eran muchas y el proyecto por entonces nunca llegó a realizarse.
Los siglos XVII y sobre todo el XVIII, fueron tiempos de gran auge para la ciudad, llevando la expansión demográfica a su ampliación más allá de los límites existentes hasta entonces. De estos últimos años data la construcción de este Puente Nuevo, así como de otros edificios emblemáticos de la población, como es el caso de su famosa Plaza de Toros, elementos ambos que hoy constituyen el símbolo y el alma de la ciudad.
Hubo principalmente dos grandes proyectos para la realización de esta obra, largamente ansiada en el tiempo y que cada vez se hacía más necesaria. El primero de ellos, en 1735, reinando Felipe V, consistió en un gran arco de 35 metros de diámetro, cuyas obras duraron tan sólo ocho meses; pero fue infructuoso, ya que seis años más tarde se derrumbó estrepitosamente, causando medio centenar de víctimas mortales.
El segundo es el actual Puente Nuevo, que supone una magnífica combinación de ingeniería y arquitectura, realizada en la parte ancha del Tajo, uniendo por fin las dos parte en que éste dividía a la población, llamadas popularmente La Ciudad y El Mercadillo, y posibilitando definitivamente la expansión urbana de Ronda.
Es ésta una obra maestra, de 98 m de altura construida con sillares de piedra extraídos desde el fondo mismo de la garganta del Tajo, que asienta sus enormes pilares en lo más profundo de la hoz, y sobre el que se abre un primer arco central que sustenta a un segundo arco muy potente reforzado por contrafuertes. Otros dos arcos laterales cimentados en la roca completan el puente, desde cuyos balcones las vistas del fondo y de las casas colgando sobre el mismo borde del precipicio son impresionantes. Sobre el arco central se ubica una amplia estancia que fue en otro tiempo utilizada como cárcel y más tarde como mesón típico rondeño.
El puente fue construido entre los años 1751 y 1788 por el arquitecto José Martín de Aldehuela, nacido en Manzanera (Teruel), autor también de algunos otros importantes edificios de la ciudad. Hoy, en su interior, alberga un moderno Centro de Interpretación sobre esta gran obra de ingeniería dieciochesca y sobre diferentes aspectos de su entorno, como la fauna, la vegetación, y los elementos geológicos, urbanísticos e históricos, además de contar con un montaje audiovisual con imágenes espectaculares sobre el puente y sobre la ciudad.
Foto: Carlos Ruiz L
Bibliografía:
*Puente Nuevo en el Tajo de Ronda. Patrimonio. Turismo. Diputación Provincial de Málaga.