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martes, 20 de junio de 2023

Cádiar.- Iglesia de Santa Ana

 


Tras la Toma en 1492 de la ciudad de Granada por los Reyes Católicos, La Alpujarra se convirtió en refugio de los llamados moriscos, musulmanes bautizados tras la Pragmática de conversión forzosa del año 1502 y que vivirían principalmente por toda esta zona donde el cardenal arzobispo de Sevilla, Diego Hurtado de Mendoza, mandaría instituir iglesias, como la primera de Cádiar, dedicada a Santa María, instituida sobre la antigua mezquita mayor de la localidad y desaparecida pronto durante las futuras revueltas moriscas.

Antes de estas revueltas conocidas como “la Rebelión de las Alpujarras” (1568 – 1571), existieron en Cádiar dos iglesias, “la vieja”, ya citada y “la nueva” -la actual-, construida entre 1562 y 1566 y dedicada durante los primeros tiempos a la Encarnación; una obra de estilo renacentista y con influencias de estilos anteriores, en cuya construcción intervinieron los maestros Pedro Bonilla como cantero, Cristóbal Ayllón como carpintero, y Diego López como albañil.

Construida con piedra de mampostería con sus esquinas reforzadas con sillares, la iglesia presenta planta de cruz latina y cuenta con una sola nave, sin capillas laterales, y con Capilla Mayor diferenciada tras un arco toral de medio punto.

Al exterior se caracteriza por su gran sobriedad decorativa y por los contrafuertes laterales de la nave. Su fachada principal se muestra a los pies de la iglesia, donde levanta su portada de acceso: un sencillo hueco acabado en arco de medio punto realizado en piedra de sillería, sobre el que se abre un ventanal abocinado para la iluminación natural del interior. Un segundo cuerpo superior realizado con cajones de mampostería y ladrillo se alza más arriba sobre una prominente cornisa, con un óculo central, coronando la fachada un frontón triangular a modo de cerramiento de la composición.

De su volumen exterior destaca su torre, de base cuadrada y en tres cuerpos de altura, en el que el superior, destinado a campanario, se abre en cada frente con un hueco de medio punto para alojar en ellos las campanas.

La iglesia estuvo consagrada a la Encarnación hasta 1763, año en el que la villa tomó como patronos a San Blas y Santa Ana, tomando de esta última su advocación actual. El origen de los patrones de Cádiar fue un tanto singular: en el año 1600 una epidemia de peste asoló parte de la Alpujarra; Cádiar no tenía patrón en aquellos tiempos y al parecer los vecinos echaron a suerte cual sería su patrón, siendo elegidos Santa Ana y San Blas. En noviembre de 1763 y a través de una nueva votación popular se confirmó el patronazgo de San Blas, que el día 11 de diciembre de ese mismo año fue confirmado canónicamente como patrón tutelar de Cádiar por el arzobispo de Granada, don Pedro Antonio Barroeta.


Foto: Cadiarpatrimonio (Wikimedia Commons)

Bibliografía:

. Cádiar.- Iglesia de santa Ana. Rincones de Granada, en: rinconesdegranada.com

. Cádiar. Historia general. Ayuntamiento de Cádiar, en: cadiar.es