El faro de Chipiona se encuentra emplazado en el punto más occidental de la localidad, hoy en pleno centro urbano, aislado sobre una pequeña plataforma que se adentra en el Atlántico, en el extremo norte de su popularísima Playa de Regla donde también está el famoso Santuario de la Virgen de Regla.
El faro ya fue mencionado en tiempos de Roma por Estrabón y Pomponio Mela, quienes relatan cómo el general Quinto Servilio Cepión levantó aquí un faro que llevaría su nombre (Cepión-Chipiona), cerca de su ubicación actual para salvar, los peligros del bajo de Salmedina, una obra que no ha llegado hasta nuestros días.
El faro que hoy vemos es obra de ingeniería del más alto nivel, levantado entre los años 1863 y 1867 en la llamada “Punta del Perro” por el ingeniero de Caminos Jaime Font. Está considerado el más alto de España y uno de los más altos del mundo, con 69 metros de altura y un total de 322 escalones hasta la cota donde se encuentra su linterna, accesible para visitantes previo acuerdo concertado con el personal que lo gestiona
Su primera piedra se colocó el 30 de abril del citado año 1863, entrando por primera vez en funcionamiento el 28 de noviembre de 1867 con un aparato óptico entonces muy avanzado y lámpara de aceite de oliva que producía un destello de luz blanca cada 60 segundos mediante la acción de una máquina de relojería. Este tipo de aceite sería sustituido más adelante por un aceite mineral conocido como “aceite de Escocia”, y este posteriormente por el petróleo refinado.
Ya en el año 1916 se instaló aquí una lámpara de incandescencia por vapor de petróleo a presión, que le aportó mayor velocidad de giro y un destello cada 15 segundos, y treinta décadas más tarde el sistema quedaría finalmente electrificado, en el año 1946.
Este faro de Chipiona nunca ha dejado de funcionar desde que fue inaugurado, excepto en el año 1898 durante la Guerra de Cuba, y en el transcurso de la Guerra Civil, cuando estuvo apagado durante tres largos años.
El material usado para su construcción fue la característica piedra ostionera propia de las costas de Chipiona y Rota, así como losas de Tarifa y otros materiales procedentes de Sierra Carbonera, zona comprendida entre los municipios de San Roque y La Línea de La Concepción, siendo el coste de la obra de 400.000 ducados.
El alto cuerpo de la torre, inspirado en las clásicas columnas conmemorativas romanas, es hueco y en él se halla construida la escalera de caracol que sube hasta la cima. Antes de llegar a él, el faro presenta un edificio de líneas clasicistas en su base creado para la organización y distribución de un total de tres viviendas diferentes, una para cada uno de los tres fareros que se turnaban en el mantenimiento diario de su funcionamiento.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
*Faro de Chipiona. Tríptico editado por el Ilmo. Ayuntamiento de Chipiona con la colaboración del Puerto de Sevilla, a cuya autoridad portuaria pertenece.
