El Cabildo de Sevilla instaló su catedral cristiana en el interior de su gran mezquita almohade desde el año de su reconquista, en 1248.
Luego, durante todo el siglo XIV aquel viejo edificio se fue reformando, pero cayó en ruina a causa de distintos terremotos, por lo que en el año 1401 el Capítulo Catedralicio decidió “que se labre otra iglesia, tal e tan buena que no haya otra su igual”.
Así, se procedió a derribar la mezquita, dejando en pie sólo su torre, el Patio de Abluciones (hoy Patio de los Naranjos) y la Capilla Real, que por ser de patronato regio no podía ser demolida sin permiso del rey y motivo por el cual se tuvo que empezar las obras por los pies del templo.
La Primera Piedra se colocó en el año 1403 y en 1432, acabada la mitad occidental del templo, se pidió permiso al monarca Juan II para derribar la Capilla Real, lo cual le fue concedido, pudiéndose continuar las obras y quedando cerradas sus bóvedas en el año 1506, más de un siglo después de su inicio.
Ese mismo año se desplomó la bóveda central del crucero -el cimborrio-, que rehizo el maestro Juan Gil de Hontañón a 40 m de altura, tal como se ve hoy, inaugurándose de nuevo el templo en 1519.
Muy posteriormente, en el siglo XIX, hubo un nuevo derrumbe del crucero, y junto con su reedificación se labraron entonces las dos grandes portadas neogóticas de sus extremos.
Acabada la iglesia con sus cinco altas naves de enormes proporciones, pronto se le fueron añadiendo otras dependencias, ahora en estilo plateresco y renacentista, con la intervención de los más prestigiosos arquitectos del momento.
Así, ya en tiempos del rey Carlos I, y con su permiso, se derribó su ábside poligonal para ubicar allí la actual Capilla Real. Por entonces, en 1528 Diego de Riaño construyó las capillas del Trascoro, diseñó e inició la Sacristía Mayor, y trazó su espléndida Sala Capitular de planta elíptica, uno de los más sobrios y sorprendentes espacios de la arquitectura española.
Martín de Gaínza levantó en 1535 la citada Sala Capitular e inició la Capilla Real, creada para servir de panteón a los reyes y que conserva el cuerpo incorrupto del conquistador de la ciudad, Fernando III El Santo.
Mención especial merece la transformación del alminar de la antigua mezquita -conocido hoy como la Giralda- en campanario cristiano, una obra de singular audacia y genialidad del gran Hernán Ruiz II, iniciada en el año 1558.
Bien de Interés Cultural desde el año 1929 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1987, de entre su enorme contenido artístico destaca su Retablo Mayor, el más extenso del mundo cristiano, que con más de un millar de imágenes talladas por distintos maestros desde 1482 a 1564, explica toda la Historia Sagrada.
Algunas otras obras de esta catedral son de cita obligada, como el grandioso sepulcro de Cristóbal Colón, de corte romántico, obra de Arturo Mélida del año 1891.
O el célebre Cristo de la Clemencia, obra máxima de Juan Martínez Montañés tallado entre los años 1603-1605, que se halla en la llamada Sacristía de los Cálices de la catedral.
También la conocida como Custodia Grande (1587), la mayor composición de plata en su género, obra del orfebre Juan de Arfe.
O la Capilla de San Hermenegildo, que guarda el Sepulcro del cardenal Cervantes, obra de Lorenzo Mercadante de 1458.
Foto: SchiDD (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
. Historia de la Arquitectura Española, Tomo 2. Editorial Planeta, año 1985.
. Sevilla, Iglesia Catedral de Santa María.- Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en: https://guiadigital.iaph.es/bien/inmueble/19483/sevilla/sevilla/iglesia-catedral-de-santa-maria
. Catedral de Sevilla.- Web Oficial de la Catedral de Sevilla.- Su Historia, en: https://www.catedraldesevilla.es/la-catedral/catedral-de-sevilla-su-historia/
. Catedral de Santa María de la Sede.- Catedrales de España. Arteguías, en: https://www.arteguias.com/catedral/sevilla.htm
