Vistas de página en total

jueves, 16 de marzo de 2023

Vera.- Iglesia de la Encarnación

 


La costa almeriense siempre estuvo expuesta a asaltos y saqueos de enemigos exteriores, en especial tribus berberiscas del norte de África, lo cual hacía necesario un sistema de vigía y defensa para la población que se materializó en torres de defensa próximas a la costa desde donde avisar del peligro y de lugares públicos adecuados para su protección. Esos lugares públicos, con dimensiones y capacidad para alojar a gran número de personas siempre era la propia iglesia parroquial de la localidad correspondiente, normalmente los únicos con las condiciones mínimas para tal fin.

Esto dio lugar a que, con el tiempo, las iglesias de estas poblaciones se construyeran cada vez más pensando en esta utilidad, y así el tipo tradicional evolucionó a un modelo muy peculiar que ha venido a llamarse iglesia-fortaleza, cuyo ejemplo más perfeccionado pudo ser la propia catedral de Almería.

Otro de los ejemplos más notables de la provincia es esta iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, de Vera, levantada a principios del siglo XVI formando parte de un plan ideado por el arquitecto Francisco de Capilla para reconstruir la ciudad, destruida por el terremoto de 1518. La dirección de las obras corrió a su cargo usando alarifes moriscos para la obra, realizada entre 1521 y 1524.

La singularidad de este edificio responde a su estructura de templo-fortaleza mudéjar andaluz, de gruesos contrafuertes interiores, al cual luego se le añadió una decoración barroca. La iglesia se organiza como baluarte y última defensa para la población y por ello su planta es rectangular dotada de fuertes torres en las esquinas, sobresaliendo una de ellas del volumen total del edificio para alojar el cuerpo de campanas.

Su decoración exterior es muy severa, pues no tiene ni portadas, teniendo el acceso a su interior a través de una simple entrada practicada en el centro del muro lateral; expresamente prescinde de adornos o elementos que puedan hacer vulnerable el edificio, y solo en la parte alta presentaba originariamente un grupo de escudos., de los que solo se conserva el correspondiente al influyente obispo de Almería don Diego Fernández de Villalán, habiendo desaparecido los representativos del Papado y del emperador Carlos I.

Interiormente la planta responde al modelo de iglesia “de cajón”, de una sola nave con contrafuertes interiores, delimitando tramos cubiertos con bóvedas de crucería según el modelo de las construcciones góticas del Levante español. Edificio típicamente mudéjar, su exterior muestra rafas de ladrillo y cajones de mampostería alternados que incluye en partes altas y torres paños de sillares y sillarejos. Los torreones de las esquinas encierran habitaciones con acceso exclusivo desde el interior de la iglesia.

Bien de Interés Cultural desde el año 2000, su interior muestra un magnífico retablo Mayor montado en pleno apogeo del Barroco, que constituye una dramática fachada interna del templo ocupando el muro frontal en cuatro pisos, con brillante organización arquitectónica a la que se subordina una abundante y rica decoración.

Foto: CarlosJvives (Wikimedia Commons).-

Bibliografía:

* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico