La localidad de Arcos de la Frontera ocupa las cimas y laderas de una serie de riscos o peñas situadas en la margen derecha del Río Guadalete y el interior de un amplio meandro que este río va trazando en su curso medio. Sus altitudes oscilan entre los 50 m. de la orilla del río y los 195 m. de la base del Castillo, con un desnivel superior a los 140 m., y fuertes escarpados casi verticales, sobre todo en los frentes suroeste y norte.
Su municipio ha sido habitado en continuidad desde la prehistoria, tomando el nombre de Arx-Arcis -fortaleza en altura- de su fundación romana. Llamada Arkos durante la ocupación islámica, en un principio perteneció a la “Cora” de Sidonia, pasando en el año 1012, tras la caída del Califato cordobés, a proclamarse como “Taifa de Arcos”, un pequeño reino mandado por Ben Jazrum, de origen bereber. Entonces la villa fue amurallada y, aunque no es seguro que se edificara en todo su interior, se ha conservado la vieja trama de manzanas que dio origen al trazado de sus calles, el alcázar, la muralla y los molinos. Poco después, en 1069, el rey de la Taifa sevillana Al.Mutadid conquistó la taifa de Arcos, que quedó integrada en la Sevilla.
Arcos fue otorgada en 1540 a los Ponce de León, duques de Arcos hasta el siglo XVIII, consiguiendo su mayor esplendor entre los siglos XVI y XVII, en un tiempo en que se fundaron los hospicios de los Franciscanos Descalzos y otro cercano a la iglesia de San Pedro; el ayuntamiento fue trasladado a la plaza del Castillo y la cárcel a una casa donde más tarde se levantaría el convento de Mercedarias Descalzas. En la citada plaza se ubicó también la Alhóndiga y a su espalda la Casa-matadero.
De su época de esplendor nos quedan la espléndida basílica de Santa María (Bien de Interés Cultural desde el año 1931) y su “rival”, la iglesia de San Pedro (en la imagen), así como el bello conjunto urbano y paisajístico de la Plaza del Cabildo donde se asienta el Ayuntamiento, el Parador de Turismo, el Alcázar (Bien de Interés Cultural desde 1985) y su célebre balcón-mirador sobre el tajo del río Guadalete, todo ello bajo la atenta mirada de la gran torre barroca de Santa María que preside el espacio.
El Centro Histórico de Arcos de la Frontera está catalogado Bien de Interés Cultural desde el año 1962 con categoría jurídica de Monumento, y desde 2004 Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico; entre su blanco caserío pueden verse las portadas de piedra de algunos conventos y palacios históricos, así como los distintos arcos de piedra que cruzan algunas de sus calles más emblemáticas.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
. Centro Histórico de Arcos de la Frontera. Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
. Arcos de la Frontera. Wikipedia.