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lunes, 20 de marzo de 2023

Baeza.- Catedral.

 


Según fuentes históricas, la catedral de Baeza se ubica sobre la antigua mezquita Mayor o aljama de la ciudad, convertida al culto cristiano por Alfonso VI en el año 1147 bajo la advocación de San Isidoro. Tras una vuelta al poder musulmán, Baeza fue reconquistada definitivamente por Fernando III El Santo en 1227, recuperando la iglesia al culto, ahora bajo el título de la Natividad de Nuestra Señora.

El resto más antiguo del edificio es el cuerpo inferior de la torre alminar, de cuya época también se conservan tres arcos islámicos cegados y ocultos en la zona de la torre, elementos fechables hacia el siglo XI por similitud con otros edificios y por ser éstos años de pacificación los únicos en que se pudieron acometer obras de importancia, como la mezquita.

Hacia finales del siglo XIV se levanta un nuevo cuerpo sobre el anterior existente, según consta en inscripción adosada a la cara norte de la nave principal, y en 1529 se inicia la edificación de una nueva catedral gótica en tres naves y bóvedas de crucería, que acabó desplomándose en el año 1567.

Gracias al mecenazgo del obispo don Francisco Delgado, se dispuso su reconstrucción, encargándose a Andrés de Vandelvira, prestigioso arquitecto renacentista del momento el diseño del nuevo templo, con lo que irrumpe en el edificio el nuevo estilo arquitectónico, que no obstante se levanta sobre los antiguos pilares góticos. A la muerte de Vandelvira (1575) le sucede Cristóbal Pérez, y desde 1584 dirige las obras el jesuita Villalpando, acabando éstas en 1593 de la mano de Alfonso Barba.

El templo presenta tres naves cubiertas con bóvedas vaídas, pues sólo son de tracería las del crucero y las de la cabecera. A los pilares conservados se le adosaron columnas estriadas con capiteles platerescos que sostienen un entablamento en el que el friso se decora con cartelas y motivos grutescos. Las bóvedas se decoraron con pinturas en medallones, fechados en 1593, en los años que bajo la dirección de Barba se acabaron las obras, y tanto en la cúpula como en sus pechinas se dispusieron relieves italianizantes en círculos.

En definitiva, la iglesia es una pieza espléndida con el sello de Vandelvira, en la que se advierten acentos e influencias de Diego de Siloé en algunas decoraciones. Del propio Vandelvira es la Capilla Dorada, fundada por el Deán don Pedro Muñiz con anterioridad al hundimiento, y que se cubre con bóveda cupuliforme y con otra con bóveda de casetones con relieves en estuco y esculturas con vinculación romana.

Bien de Interés Cultural desde el año 1931, la portada principal del templo es obra realizada por el jesuita Jerónimo del Prado en el año 1587, que presenta dos cuerpos de altura, mostrando en el superior un relieve con escenas de la Natividad.

Foto: Carlos Ruiz Serrano.

Bibliografía:

*Historia de la Arquitectura Española. Tomo 3: Arquitectura Renacentista. Editorial Planeta, año 1986. * Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico