Andrés de Vandelvira (Alcaraz, Albacete, 1505 - Jaén, 1575), arquitecto.
Aunque nacido fuera de Andalucía, fue en esta tierra donde dejó lo mejor de su producción artística, y en concreto en la provincia de Jaén, donde se instaló a la edad de 25 años, y donde creó magníficos edificios, consagrándose como uno de los grandes arquitectos de la brillante arquitectura del Renacimiento andaluz, junto con Diego de Siloé que trabajó especialmente en la zona granadina, y con Hernán Ruiz II que lo hizo en tierras cordobesas y sevillanas.
Su primer contacto con tierras jienenses se consolidó al establecerse en Villacarrillo a mediados de 1530, compaginando su trabajo allí con encargos en otros lugares de la comarca como Sabiote y en especial en Úbeda, donde se hizo cargo desde 1536 de la suntuosa Capilla de El Salvador, proyectada por Diego de Siloé para el poderoso Francisco de los Cobos y separado de la obra a causa de desavenencias entre ambos.
Su creciente prestigio le llevó a ser requerido por otros personajes de la nobleza, como Diego Valencia de Benavides, para quien construye la capilla Mayor de la iglesia de San Francisco, de Baeza, y otra obra similar en la conventual de La Guardia, para Rodrigo Mencí, donde inicia elementos arquitectónicos que luego aparecerán en la Catedral de Jaén, su Sacristía y su Sala Capitular, sin duda uno de los recintos más puros del renacimiento español.
A partir de 1553, en plena madurez profesional, y con una enorme capacidad de trabajo, intervino en otras muchas obras, algunas tan reconocidas e importantes como la Catedral de Baeza, el Hospital de Santiago de Úbeda o el magnífico palacio de Juan Vázquez de Molina (palacio de las cadenas) de esta misma ciudad.
Monumento a Andrés de Vandelvira en la plaza Vázquez de Molina, de Úbeda. Foto: Carlos Ruiz Serrano.
