El casco histórico de Frigiliana representa hoy uno de los enclaves urbanos de tradición morisca mejor conservados de España, y se ha preservado de modo invariable durante siglos alcanzando pronto la extensión territorial máxima que le permitía la topografía. De hecho, el relieve es el factor fundamental en la imagen del conjunto, pues el peculiar emplazamiento de su caserío sobre la ladera configuró un trazado viario único en el que a lo sinuoso de su recorrido siguiendo las curvas de nivel se suma lo empinado de sus calles transversales, la mayoría de ellas resueltas mediante escaleras, y que posibilitó en origen la mejor defensa de la población.
Emplazada en la vertiente meridional de la Sierra de Almijara, dentro de la comarca de la Axarquía, Frigiliana remonta su fundación a la colonización fenicia, aunque se documenta la presencia humana en la zona desde las postrimerías del Neolítico. También hay constancia de la presencia romana, aunque sería la civilización islámica la que ha dejado una huella más honda en su paisaje urbano y en el entorno inmediato en el que se asienta.
La población musulmana introdujo en Frigiliana el cultivo de las huertas y la caña de azúcar, por lo que, teniendo en cuenta lo accidentado de la ladera cultivable de la alquería, tuvieron que aterrazarla, formando bancales que permitieran su explotación, y que se conservan aún hoy; esto supuso el total florecimiento agrícola de la alquería y el dominio sobre laderas nunca cultivadas hasta entonces.
Tras la expulsión de los moriscos (1570) y el despoblamiento de Frigiliana, a finales del siglo XVI llegó la repoblación y el paso de la propiedad del territorio a los Manrique de Lara, que construyeron su casa solariega, hoy conocida como “El Ingenio”, y la Casa del Apero para la explotación de la caña de azúcar, que supuso la recuperación del pueblo.
El núcleo urbano presenta dos partes bien diferenciadas a ambos lados de “El Ingenio”. La situada junto al cerro del Castillo es la más antigua y tiene disposición típica en ladera, con calles importantes que siguen las curvas de nivel conectadas a otras transversales de gran pendiente. Al sur del citado Ingenio, está la parte moderna del pueblo.
Mención especial merecen los adarves, espacios mixtos entre lo público y lo privado, de los que en el pueblo hay muchos y variados tipos, con o sin desarrollo viario interior, de entrada abierta o mediante algorfa. Por otra parte, la propiedad urbana se halla muy fragmentada, lo que unido a la topografía del lugar, ha dado lugar a un parcelario laberíntico que ha proporcionado el desarrollo de propiedades macladas horizontal y verticalmente en una superposición constructiva muy abigarrada, característica de la Axarquía.
Frigiliana, que aparece recurrentemente en muchas de las listas de los pueblos más bonitos de España, puede presumir de su blanco y bello Casco Histórico, inscrito como Bien de Interés Cultural desde el año 1976, con categoría de Paraje Pintoresco.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico