La localidad de Ogíjares, a pocos kilómetros al sur de la ciudad de Granada, presenta una estructura urbana configurada en dos núcleos con entidad histórica propia, hasta el punto de denominarse Ogíjar de la Vega Alta y de la Vega Baja. En el Barrio Bajo, su núcleo principal, está esta iglesia de Santa Ana, su edificio más destacado, que fue erigida sobre un portal-iglesia, un pequeño recinto de carácter religioso, creado para satisfacer las necesidades inmediatas de culto y de evangelización, en sustitución de una anterior mezquita preexistente.
El uso de este espacio para el nuevo culto tuvo pocos años de vigencia, pues en 1523 Rodrigo Hernández tasaba la obra de una pequeña iglesia realizada por Antonio Lanjaroni, continuando la misma construcción en el año 1526 este maestro albañil, con la carpintería a cargo del maestro Castillo.
Esta primera iglesia debió quedar pequeña o en ruina al poco tiempo de su construcción, por lo que se decidió realizar la nueva y actual iglesia de Santa Ana, ya que en 1561 figura Alonso Villanueva como maestro albañil de la iglesia del Barrio Bajo de Ogíjares, cuyo proceso se desarrolló entre los años 1560 y 1565. Junto a él, trabaja como cantero Andrés de Madrid, que en 1563 levanta sus dos bellas portadas y realiza los capiteles del gran arco toral que separa la capilla Mayor del resto de la nave; y también Diego de Morales, quien lleva a cabo los trabajos de carpintería de las armaduras de madera que soportan la cubierta.
La iglesia sigue los cánones de los templos mudéjares, tan extendidos por la provincia de Granada a partir de mediados del siglo XVI, de nave única rectangular, coro alto a los pies, cabecera plana y torre adosada a la cabecera, heredera del modelo desarrollado por las Órdenes Mendicantes urbanas en la Edad Media.
Al exterior presenta unos paramentos sencillos propios del mudéjar, y muestra dos portadas: una a los pies y otra lateral a la plaza, algo más elaborada; ambas realizadas en piedra tallada, que denotan un clasicismo muy depurado en su composición.
Bien de Interés Cultural desde el año 2004, de especial interés en esta iglesia es el bello espacio interior que preside su retablo Mayor, obra del año 1567 trazada por Juan de Maedai donde intervino el ensamblador Tomás de Morales y el escultor Diego de Pesquera, y que queda enmarcado con pinturas al fresco que simula un pabellón a modo de manto forrado de piel de armiño.
Destacan también en el interior los elaborados artesonados que cubren los dos espacios de su única nave: en el cuerpo mayor una armadura rectangular con seis tirantes pareados con decoración de lacería, y sobre la capilla Mayor una armadura ochavada sobre pechinas, también con decoración de lazos, de gran efecto visual.
Foto: Marina Ruiz L
.Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico