Dentro del excepcional recinto histórico de la ciudad de Baeza, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2003, existen numerosos espacios urbanos que justifican el porqué de esa notable distinción.
Junto con la ciudad de Baeza, su vecina Úbeda también recibió ese año el mismo reconocimiento, en especial por la cantidad y la calidad de la arquitectura renacentista en ambas, tanto pública como privada, que durante el siglo XVI llenaron de esplendor sus calles y plazas, en parte gracias a dos personajes trascendentales en la zona: don Francisco de los Cobos y Andrés de Vandelvira: el primero, Contador Mayor de Castilla y Secretario de Estado del emperador Carlos I; y el segundo, el mejor arquitecto renacentista de la región en ese siglo.
Entre las plazas monumentales de Baeza está esta plaza del Pópulo, situada muy cerca de otras dos con igual categoría como son las de Santa María o la de Santa Cruz. También conocida como “Plaza de los Leones”, esta plaza llena de historia y de símbolos se ubica junto a la porticada plaza de la Constitución; es de planta casi rectangular y cuenta con interesantísimos elementos arquitectónicos y ornamentales de una gran calidad.
La preside en el centro, procedente de la ciudad iberorromana de Cástulo, la fuente de los Leones, uno de los símbolos de Baeza, llamada así por los caballos y leones de melenas rizadas de cuyas bocas surge el agua. En el centro de su taza mixtilínea y sobre un pedestal se alza la figura femenina que muchos historiadores identifican con Ilmice, princesa de la ciudad y esposa del general cartaginés Aníbal Barca.
A su lado se encuentran las Antiguas Carnicerías, levantadas durante el reinado de Carlos I a extramuros y reubicada en este lugar en los años 60 del siglo XX. De gran sobriedad ornamental, la planta baja muestra la puerta de acceso y tres grandes ventanas con reja junto con los escudos de Baeza y del corregidor. La planta alta, trazada como un gran mirador corrido con pilares cuadrados, muestra en el centro un gran escudo imperial.
En el frente siguiente se alza la antigua Audiencia Civil, actual Oficina de Turismo (en la imagen), obra de 1535 también en dos plantas y hoy Bien de Interés Cultural. Cada una de sus seis puertas de planta baja daba paso a una Escribanía, y por una puerta posterior se accedía a la Audiencia en planta alta. Su bella fachada plateresca muestra en el centro el escudo imperial y el del corregidor Guevara y el de Baeza, junto con una menuda decoración de medallones, rosetas y columnillas abalaustradas que flanquean las ventanas superiores.
Junto a este edificio se levanta la Puerta de Jaén, perteneciente al recinto amurallado de la ciudad. Mandado derribar por Isabel la Católica en 1476 para acabar con las disputas nobiliarias locales, fue reconstruido en 1526 con motivo de la venida a Baeza de Carlos I tras su boda con Isabel de Portugal. Adornado con altas torrecillas laterales, un triple arco en relieve muestra en el centro el escudo imperial, el del corregidor y el de la ciudad.
Adosada a ella, y cerrando el espacio por este lado, se edificó el Arco de Villalar después de 1476, año en que fueron derribadas puertas, torre y murallas por orden de la reina Isabel. Fue erigido por los Carvajales para conmemorar la batalla de Villalar (Valladolid, 1521) donde Carlos I sofocó el levantamiento de los comuneros de Castilla, no siendo una “Puerta” propiamente dicha, sino un monumento conmemorativo de aquél evento.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
. Baeza, Patrimonio Mundial. Qué ver, en: turismo.baeza.net
. Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico