La antigua Guadh-Haix de los musulmanes, que entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos en 1489, pronto se planteó construir su nueva catedral. Pero antes ya hubo una anterior, visigoda, ocupando parte del solar donde se levanta la actual. Sobre aquella se levantó hacia el siglo XII la mezquita Al-hama, y sobre ésta, tras bula conseguida por el cardenal Mendoza, se comienza a edificar la actual catedral, dedicada a la Encarnación, cuyo largo proceso constructivo va de 1492 a 1799 presentando tres etapas: gótica, renacentista y barroca.
En la primera etapa se inicia la construcción de una catedral casi cuadrada, de tres naves y cubiertas góticas, que usa en su cimentación materiales de edificios anteriores, romanos y musulmanes y en ella trabajan Pedro Morales y Enrique Egas, pero pronto resulta pequeña ante la demanda de capillas y se plantea su ampliación.
Dicha ampliación se realiza en estilo renacentista a través del arquitecto Diego de Siloé, quien ensancha la planta cubriendo los pilares con columnas corintias, pasa la torre al lado de la Epístola y levanta la Sacristía y la actual Capilla de San Torcuato. En 1568 llega la guerra de los moriscos y la paralización de las obras hasta 1714 en que Felipe V, agradecido a la ciudad por su apoyo, dicta Real Cédula para la continuación de las mismas.
Dicha continuación se realiza ya en estilo barroco, y en ella intervienen los arquitectos Vicente Acero y Gaspar Cayón de la Vega, además de afamados artistas como el escultor Ruiz del Peral quien se encarga de la sillería del coro y los púlpitos. En esta etapa se realizan las fachadas, algunas cubiertas y el altar Mayor, quedando finalizado el templo hacia el año 1799.
El interior de la iglesia presenta planta gótica de tipo basilical, ábside poligonal y coro en la parte media de la nave central, con naves laterales que se continúan tras el presbiterio formando la girola, y a cuyos lados se crean capillas, entre las que destaca la de San Tadeo, de planta circular. La poderosa torre se levanta sobre la Sacristía en cuatro cuerpos, los dos primeros de forma cúbica, con superposición de órdenes (dórico y jónico), y el tercero octogonal que sirve de base para el cuerpo final; fue acabada en el siglo XVII por Juan de Arredondo.
Bien de Interés Cultural desde 1931, al exterior presenta tres fachadas, siendo la más monumental la de la Anunciación (en la imagen), donde trabajaron Acero y Cayón de la Vega, entre otros. Con tres puertas de acceso, una al extremo de cada nave, fue levantada entre 1713 y 1720. Su composición es una pieza barroca majestuosa, con tres cuerpos horizontales que se van estrechando sucesivamente al tiempo que aumentan en ellos los elementos decorativos cada vez más menudos y movidos, que se corona por un nutrido grupo de pináculos y cornisas.
Foto: Carlos Ruiz Serrano.
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico