La localidad de Mancha Real, fundada en 1537 por Real Orden de Juana I de Castilla, fue en principio localidad dependiente de Jaén a la que se denominó La Manchuela de Jaén. En 1557 Felipe II la independizó de la capital y, en el año 1653, y para conmemorar la visita del rey Felipe IV, pasó a llamarse “Mancha Real”.
Hoy en el centro de la ciudad, en la plaza de la Constitución donde también se encuentra situado el edificio del Ayuntamiento, se levanta su edificio religioso más emblemático, la iglesia de San Juan Bautista, un claro ejemplo de arquitectura renacentista en la provincia de Jaén, y uno de los proyectos representativos de su principal maestro, Andrés de Vandelvira, hasta el punto de que algunos estudiosos piensan que pudo ser usado como lugar de ensayo de algunas de las ideas que luego desarrollaría en la Catedral de Jaén, de la que constituye una especie de maqueta inacabada.
La iglesia consta de tres naves que se cubren con bóvedas vaídas, siendo más altas las que corresponden a la nave central. Dichas bóvedas estuvieron en su día decoradas con pinturas, como las que aún pueden observarse sobre el altar Mayor y que representan a los cuatro evangelistas.
Su edificación comienza hacia el año 1560 por orden expresa de Felipe II, correspondiendo su trazado, inicio y dirección de obras a Vandelvira hasta 1575, año de su fallecimiento. Los pilares sobre los que apoyan los arcos de las tres naves proyectados por él fueron finalizados por Alonso Barba a finales del siglo XVI, cuando también se construyó el muro sur y el arranque de la torre, quizás hasta el primer cuerpo.
Entre 1614 y 1628, las obras corren a cargo de Hernando de Berbel, a quien se debe la capilla Mayor, comenzándose a usar la iglesia para el culto en 1628, según inscripción grabada en la cúpula principal.
En 1639 Juan de Aranda Salazar, entonces Maestro Mayor de la catedral de Jaén, se encarga de la continuación de las obras, siendo su mejor aportación su fachada principal, Con portada monumental de dos cuerpos de altura, en el segundo aparece la imagen de su titular, San Juan Bautista, entre pilastras y coronado por frontones, figurando en el tímpano el escudo del obispo, Baltasar Moscoso y Sandoval.
A partir de 1670, Eufrasio López de Rojas continúa con las obras y a él corresponden el arco que forma el coro y el trazado definitivo de la torre. En 1763 se encarga la finalización de la iglesia a Ventura Rodríguez, arquitecto Mayor de las obras del Sagrario de la catedral de Jaén, a quien se atribuye la obra de la parte más alta de la fachada principal y el remate de la torre, un tercer cuerpo rectangular de piedra con tres balcones, en uno de los cuales, el que da a la plaza, se encuentra hoy el reloj.
En el año 1969, el campanario fue reconstruido con piedra de sillería y coronado con un agudo chapitel metálico rematado con veleta y cruz de hierro, adquiriendo entonces el aspecto que podemos ver en la actualidad.
Bien de Interés Cultural desde 1983, en su interior cuenta con una importante serie de imágenes procesionales.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
*Panel informativo existente a los pies de la iglesia.
