La vieja Medina Arkoasch fue población importante desde muy antiguo. Se sabe que ayudó a Abderrammán I cuando el gran desembarco islámico del año 756, y que al desaparecer el Califato, Arcos se constituyó en Reino de Taifa independiente hasta su anexión a Sevilla. En 1473 Enrique IV la eleva a categoría de Ciudad en premio a la ayuda de sus hombres en la Reconquista, dirigidos por Rodrigo Ponce de León, luego Marqués de Cádiz y Duque de Arcos.
Supuestamente asentada sobre seis metros de relleno procedente del desmonte que subía al castillo, Diego de Riaño, maestro Mayor de la catedral de Sevilla y desde 1532 también de las iglesias de Arcos, trabaja en esta iglesia de planta de salón y tres naves de igual altura siguiendo las obras iniciadas hacia 1520 por Alonso Rodríguez y Juan Gil de Hontañón, también maestros Mayores de dicha catedral, de cuyo obispado dependía la ciudad de Arcos. Su bella portada de los pies, de hacia 1520, muestra la evolución del final del gótico al renacimiento, incluyendo finos detalles platerescos en su tramos centrales.
Le sucedió en las obras Martín de Gaínza, a quien ya en estilo renacentista se le atribuye la creación y rica decoración de las bóvedas del presbiterio, la Capilla Mayor y la Sacristía, ésta de planta centrada y bóveda rebajada, cuyo esquema deriva de la de la catedral de Sevilla que el maestro acabó a la muerte de Riaño.
También intervino Hernán Ruiz II El Mozo, máximo exponente de la arquitectura renacentista y manierista en Andalucía -creador del campanario de La Giralda, de 1568-, cuya presencia en Arcos es segura en 1559 y siguientes, para vigilar y reconocer las obras, quedándose a vivir en estas tierras.
En 1699, el arquitecto jerezano Diego Moreno Meléndez, autor del mejor barroco en su ciudad, creó los arbotantes que cruzan de parte a parte el Callejón de las Monjas y que sostienen desde entonces la pared de la iglesia, inclinada por el peso de las bóvedas.
El gran retablo Mayor se inicia en 1585 por Juan Bautista Vázquez El Joven y Jerónimo Hernández, quien muere al año, sustituyéndole su discípulo Andrés de Ocampo que crea la mayor parte de esta gran obra entre 1594 y 1608.
En el siglo XVIII se proyecta su robusta torre como un referente a La Giralda sevillana, obra del arquitecto y Maestro Mayor de las Reales Fábricas de Tabaco de Sevilla, Vicente Catalán Bengoechea. Esta torre, inacabada, preveía sobre el actual un segundo cuerpo de campanas más otro de planta octogonal para el reloj y otro más, similar, como coronación. En esta bella pieza (en la imagen), se conjugan elementos renacentistas con otros de tipo barroco como los balconcillos redondeados bajo las campanas, estatuas, y bellos adornos de piedra alternados con semiesferas cerámicas vidriadas.
Bien de Interés Cultural desde 1931, es ésta una iglesia absolutamente excepcional en su composición y contenido, donde han dejado huella muchos de los mejores arquitectos de la zona a lo largo de su historia.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
. Arcos de la Frontera. Iglesia de Santa María.- Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
. Iglesia de Santa María de la Asunción de Arcos de la Frontera.- Cadizpedia, en: cadizpedia.wikanda.es
