La localidad de Palos de la Frontera, situada junto al río Tinto, ya casi en su desembocadura en el Atlántico, es uno de los llamados Sitios Históricos de los Lugares Colombinos, contando en su territorio con dos enclaves esenciales para lo que fue la empresa de la ruta hacia las Indias por el mar de Occidente; pues si decisivo fue el apoyo recibido por Colón desde el Monasterio de la Rábida, no menos lo fueron los hechos acaecidos en esta iglesia de San Jorge, donde la tripulación tomó el impulso moral para su andadura.
Es sabido que cuando Colón salió de Granada tras las Capitulaciones de Santa Fe, el 12 de mayo de 1492 vino a la villa de Palos a organizar la expedición con la Disposición Real que suponía la validación de la empresa, siendo su presentación oficial la notificación al Concejo de la villa de la Real Provisión ordenando la entrega de las carabelas. La tradición y algunos historiadores creen que la lectura se hizo en esta iglesia de San Jorge, aunque puede que se hiciera en la plaza del pueblo, como mencionan también otros documentos.
Plaza e iglesia serían testigos esos días de todos los acontecimientos importantes en la preparación de la salida, como lectura de bandos, disposiciones y enrolamientos de marinos; en la iglesia debieron rezar Colón y la tripulación, y la tradición supone que por la llamada “Puerta de los Novios” salieron los navegantes en la mañana del 3 de agosto, tras encomendarse a Dios y haber velado en ella toda la noche.
Algunos autores creen que la iglesia fue edificada y patrocinada por los condes de Miranda, señores de Palos, en 1473; mientras otros, según su estilo arquitectónico, opinan que debió iniciarse a principios del siglo XV, quizás sobre los cimientos de otra iglesia anterior, prolongándose las obras hasta principios del siglo XVI. Fruto de tal largo proceso constructivo es su carácter híbrido, con un cuerpo de iglesia mudéjar y una cabecera gótica, donde en principio debió levantarse el conjunto de sus naves con la Puerta de América (en la imagen) labrada en piedra, con tintes románicos; algo posterior serían la Puerta de los Novios, la capilla o qubba mudéjar y la escalera de caracol sobre la que monta el campanario.
De planta rectangular, la iglesia presenta tres naves de dos tramos, con crucero y tres capillas laterales, y cabecera acabada en ábside poligonal. La nave central se cubre con armadura de madera de par y nudillo y las laterales con armaduras de colgadizo sobre canes. El crucero se cubre con bóveda de crucería gótica de terceletes, con claves realzadas, mientras los brazos lo hacen con bóveda de crucería gótica de arcos ojivales.
Bien de Interés Cultural desde el temprano año de 1931, al exterior destaca la bella “Portada de los Novios”, un ejemplar mudéjar de enorme valor realizado en ladrillo visto en dos tonos de color, con arco apuntado de tres arquivoltas; enmarcada en un gran alfiz, sus albanegas se muestran decoradas con los característicos motivos de sebka a base de arquillos lobulados entrelazados y sustentados por columnillas.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
*Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.