Alcalá del Río, en la comarca sevillana de la Vega del Guadalquivir, es una localidad que conserva entre su patrimonio arquitectónico uno de los edificios mudéjares más interesantes de los existentes en la provincia de Sevilla: la iglesia de Santa María de la Asunción, edificada a principios del siglo XIV y en el XV.
La población hasta esa fecha celebraba sus cultos en la ermita de San Gregorio o en la mezquita islámica que se encontraba donde hoy se levanta la actual iglesia de la Asunción; pero tras la reconquista, y a partir del Repoblamiento de la villa, se inició la edificación de esta iglesia cristiana sobre la mezquita existente, aprovechando parte de la edificación y de su torreón o minarete.
La iglesia cuenta con tres naves de cuatro tramos cada una, que se ampliaron a seis en el siglo XVIII. En sus fachadas tenía pórticos mudéjares realizados en ladrillo con arcos de medio punto enmarcados por alfices, aunque los pórticos de las fachadas laterales fueron macizados, creándose algunas dependencias, mientras que el de los pies fue destruido en la ampliación antes referida.
El interior de su nave central se cubre con una bella armadura mudéjar de par y nudillo, rehecha tras el Terremoto de Lisboa de 1755, y queda separada de las naves laterales mediante pilares de sección cruciforme que soportan arcos apuntados. El presbiterio es quizás la parte más antigua de la iglesia, y de altura inferior a la de la nave central se adosa a la base romana que sirve de asiento a la torre; posee cabecera poligonal cubierta con dos tramos de bóveda de crucería cuyos nervios se apoyan en ménsulas decoradas con cabezas humanas, cuyo diseño da constancia de la antigüedad de esta construcción, que podría ser del siglo XIII.
Al exterior destaca sobremanera su robusta y magnífica torre (en la imagen) asentada sobre una construcción defensiva romana y construida en ladrillo, de base cuadrada y con cuatro pisos marcados con listeles horizontales, de los cuales el primero se cubre con bóveda de crucería y los restantes con bóvedas vaídas. El campanario muestra huecos peraltados con alfiz y está coronado con merlones escalonados, lo que le otorga una fuerte impronta mudéjar.
Del interior hay que citar importantes obras como la imagen de su titular, Nuestra Señora de la Asunción, de Pedro Duque Cornejo de principios del XVIII y la del Cristo del Buen Fin, de Roque Balduque de mediados del XVI; el retablo de la Concepción, obra de Hernando de Esturmio, y la imagen de Jesús Nazareno de Francisco Ruiz Gijón de 1672, así como el coro, al pie de la nave central, de mediados del siglo XVII.
Foto: Inst.Estudios Ilipenses (Wikimedia Commons).
Bibliografía:
