La localidad jienense de Andújar, en la Comarca de la Campiña de Jaén, es de sobra conocida por los trabajos de sus alfareros, que destacan en general por sus producciones vidriadas y en especial por las de carácter decorativo -como sus peculiares “Jarras grutescas”-, sus Caballitos, sus Silbatos y sus juguetes.
Entre los citados como “juguetes” se incluyen a los conocidos como “Pitos de Andújar”, que siguen en el tiempo una vieja tradición pagana que incluso luego se cristianiza con su uso en uno de los cultos religiosos más arraigados en la localidad como es el de la Virgen de la Cabeza, advocación de la que hoy es la patrona de la ciudad de Andújar, la tercera más poblada de la provincia.
En su popular romería ha sido habitual la venta de silbatos de barro de distintas formas, usados como juguete musical, cuyas referencias más antiguas datan del siglo XVII.
Particularmente atractivos son sus simpáticos Caballitos -o “caballicos”, que se crean con diferentes tipologías y que tienen sus raíces en las tradiciones propias de la localidad.
Se trata de figuras de pequeño tamaño, de unos 15 a 18 cms de altura, generalmente también silbatos, que guardan relación con la historia local y de su entorno, y que tienen un cierto paralelismo con antiguas producciones íberas de exvotos localizados en espacios considerados como santuarios.
Aquellos peculiares silbatos dieron un giro total en su forma cuando se usaron en tiempos de la Guerra de la Independencia como medio para hacer ruido a modo de burla contra los soldados franceses, momento en el que el silbato toma la forma de un garrochero de Jaén.
Estos garrocheros eran un tipo de jinete que en las dehesas estaban al cargo de los toros, y que se hicieron célebres por su destreza con la garrocha hasta tal punto que llegaron a formar una unidad del ejército español que derrotó a las fuerzas invasoras en Bailén en julio de 1808; por ello, pronto los silbatos representaron a estos intrépidos jinetes, haciéndose enormemente populares en toda la región.
Luego con el tiempo, la tipología de estos jinetes se fue ampliando, y junto a las figuras de jinetes vestidos de garrocheros o con uniforme a lo francés, aparecieron también otras asociadas al mundo taurino, como es el caso de la conocida figura del Picador.
Este fue un personaje fundamental en el mundo del toreo que llegó a formar parte esencial en el ideario del romanticismo español del siglo XIX, por lo que su representación en el repertorio de los silbatos o Caballicos de Andújar tuvo asimismo una gran aceptación.
En todas estas simpáticas figuritas es de destacar la sencillez y la gracia de su estilizado porte y la representación de su indumentaria, así como la riqueza de su policromía y el hecho de ser una creación original del talento de los artesanos de esta tierra.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
. Silbato de caballito.- Actividades artesanales. Artesanía de Andújar Cerámica, Albaldonería, Taxidermia ,,, Turismo de Andújar, en: https://www.turismodeandujar.com/artesania
. Piquero de Bailén.- Las culturas del Toro. Web del Ministerio de Cultura, en: https://www.cultura.gob.es/cultura/areas/tauromaquia/mc/culturas-toro/culturas-museos-estatales/presencia-taurina-vida-cotidiana/exposicion-virtual/piquero.html
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