Villacarrillo, población situada a 22 kms de Úbeda, conserva una de las mejores obras del mejor arquitecto del renacimiento de Andalucía oriental, Andrés de Vandelvira: la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, el monumento por excelencia de la ciudad, y para algunos autores la mejor obra de este arquitecto, descontando sus obras señeras de Jaén o Úbeda.
Esta iglesia fue proyectada por Vandelvira sobre los restos del antiguo castillo o atalaya islámica, siendo colocada su primera piedra entre los años 1540 y 1550, y teniendo como resultado la creación de una iglesia extraordinaria por la singularidad de su perfil volumétrico, la grandiosidad de su espacio interior, la originalidad y belleza de sus bóvedas y la integración de tradiciones medievales en el clasicismo de la nueva corriente arquitectónica de la época, el Renacimiento. Las obras de la iglesia quedaron terminadas en el año 1653, siendo la portada obra de Pedro Vera.
El autor de esta magnífica iglesia, Andrés de Vandelvira, no pudo ver concluida su obra como Maestro Mayor de cantería, ya que la muerte le sorprendió en el año 1575, sustituyéndole en su construcción otros maestros canteros como Pedro de Régil, Juan de Ostiaga y Alonso de Régil.
La puerta conocida como “La Consolada”, de estilo renacentista puro, es de Pedro Cabo, con esculturas de Luis de Zayas, y la hermosa Sacristía fue trazada por Alonso Barba, discípulo de Vandelvira. En un bello camarín de esta iglesia recibe culto el Cristo de la Vera Cruz, patrono de la villa desde tiempos del arzobispo toledano Ximénez de Rada, a cuya circunscripción pertenecía entonces Villacarrillo.
La iglesia presenta planta basilical con cabecera plana y resaltada y tres naves separadas por pilares y capillas-hornacinas adosadas y cubiertas por bóvedas de crucería. Los altos pilares entre naves son cilíndricos, compuestos por columnas adosadas a modo de baquetones, suplementados por un cuerpo complementario que otorga al templo mayor elevación y diafanidad, y una bella visión interior mediante sus tres naves a igual altura cubiertas por bóvedas vaídas, las laterales, y por una sucesión de cinco medias naranjas sobre pechinas y con linterna, la central.
La fachada principal presenta un gran arcosolio carpanel con intradós de casetones, sobre el que se eleva una galería de arcos rebajados (en la imagen); el espacio reservado a la segunda torre presenta en su interior una interesante escalera helicoidal con pasamanos de piedra.
Bien de Interés Cultural desde el año 1931, esta bella iglesia es el punto de inicio y final de la comitiva procesional del Corpus Christi de la localidad, y donde tiene lugar la tradicional Misa de Octava que se celebra el domingo siguiente al Corpus, con procesión del Santísimo bajo palio y bajo sus bóvedas.
Foto:JnCrlsMG (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico