La localidad de Montefrío, con su Centro Histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1982, y considerada en 2015 por la revista National Geographic uno de los diez pueblos con mejores vistas del mundo, tiene entre sus joyas arquitectónicas esta vieja iglesia de Santa María de la Villa.
Ubicada en el extremo occidental del pueblo sobre la cima de una escarpada formación rocosa cortada a tajo, la iglesia queda magistralmente emplazada a la vista de todo su entorno urbano, siendo referente de la mayoría de las calles y plazas del pueblo. Al exterior, la poderosa imagen de este singular edificio está determinada además por los grandes contrafuertes que rodean su perímetro, y también por la presencia de su robusta torre.
Por la especial posición en que se encuentra, su dominio no es solo de naturaleza arquitectónica o física, sino también y en particular de tipo simbólico, como expresión del nuevo poder de la Iglesia triunfante tras el proceso de su reconquista.
Incluida en el interior del recinto del viejo castillo de la Villa, la iglesia presenta planta rectangular de una sola nave, con capillas laterales a ambos lados. La nave se cubre con bóvedas góticas nervadas en cuatro tramos, mientras que su capilla Mayor lo hace con una cúpula semiesférica también con nervios. Al fondo de la nave, a la izquierda, a través de una portada de piedra con rica decoración en su dintel, se llega a la Sacristía, desde la que a su vez se accede a la torre.
Las capillas laterales, tres a cada lado, se cubren con bóvedas de cañón con casetones, al igual que la bóveda de la sacristía.
Al exterior, la iglesia presenta dos portadas de estilo renacentista, una principal y otra lateral. La torre, ubicada a la izquierda de la nave, es de panta rectangular y se muestra coronada por el campanario, que cuenta con una belleza especial, tanto por su diseño como por la composición de sus huecos.
La iglesia es obra del arquitecto Diego de Siloé, donde intervino también Jorge de Baeza; fue construida sobre los restos de un antiguo castillo nazarí, en un proceso de obra que se prolongó hasta el año 1570.
Bien de Interés Cultural desde el año 1931, la iglesia resultaba, por lo pendiente de su acceso y la expansión urbana que había experimentado la población hacia terreno más llano, un lugar de complicado acceso para los fieles, que pedían una iglesia nueva en un lugar más fácil. La vieja iglesia de la Villa seguiría teniendo culto hasta el siglo XVIII, pues en el año 1802 se inauguró la nueva iglesia de la Encarnación, en la zona llana, obra de Domingo Lois, entrando la iglesia de la Villa en un estado de abandono hasta que le llegó su restauración en tiempos recientes, cuando se le ha dado nuevo uso de tipo cultural, como museo y sala de exposiciones.
Foto: Javi cavi (Wikimedia Commons)
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
