La villa de Olivares, que se había convertido en cabeza del estado fundado por don Pedro de Guzmán, a finales del siglo XVI solo tenía una ermita o iglesia pequeña dedicada a la Virgen del Álamo, hasta entonces patrona de la localidad. Y aunque la nueva capilla bajo la advocación de Santa María de las Nieves fue fundada por el segundo conde Enrique de Guzmán, con licencia del papa Gregorio XIII en el año 1590, su construcción no se comenzó hasta principios del XVII. Años después, la iglesia pasaría a ser Colegiata a instancias del tercer Conde Duque de Olivares, Gaspar de Guzmán y Pimentel, valido del monarca Felipe IV.
El complejo proceso constructivo de la Colegiata dio como resultado una iglesia de tres naves con capillas laterales, Tras la valoración inicial de Vermondo Resta, Maestro Mayor de los Reales Alcázares de Sevilla, se comenzó su construcción en 1666 bajo la dirección de Sebastián de Ruesta, a quien se debe la planta que le encargara el conde Luis de Haro. A los pies de la nave central queda emplazado el coro, enmarcado en el lado del Evangelio por la torre y en el lado de la Epístola por la Capilla Sacramental, realizada en el año 1694. También a finales de este siglo XVII se construyó en su lado meridional la Sacristía y la Sala Capitular, levantándose la capilla de la Soledad en el año 1712. Solo un año después, en 1713, se concluyó la bóveda del crucero, donde se colocaron esculturas de los arcángeles y los escudos ducales.
Ubicada en el centro del pueblo, formando conjunto monumental con el Palacio Ducal y con el edificio que albergaba el antiguo alfolí o Pósito, la actual iglesia y antigua Colegiata presenta su fachada a la plaza con un frente bastante sobrio, fruto de la complejidad a que estuvo sometida su construcción. Su imagen exterior se presenta con gran horizontalidad, destacando en la superposición de volúmenes la torre y la cubrición de la cúpula del crucero a cuatro aguas con grandes contrafuertes angulares, así como la nave central a dos aguas.
Su interior se organiza a partir de una planta de cruz latina inscrita en un rectángulo, con capillas abiertas a las naves laterales. El cuerpo de la iglesia está dividido en tres naves separadas por arcos de medio punto que apoyan sobre columnas pareadas, intercalándose entre ellas y los arcos un trozo de entablamento. Las cubiertas son bóvedas de cañón con lunetos en la nave central y en el ábside, rebajadas en las naves laterales, y semiesférica en el crucero.
Bien de Interés Cultural desde el año 1971, esta iglesia destaca por el excelente patrimonio artístico que se conserva en su interior, formado por obras de algunos de los mejores maestros del momento, tales como Francisco de Zurbarán, Pedro Roldán, María y Luisa Roldán, Juan de Roelas o Francisco Ruiz Gijón. Su retablo Mayor está presidido por la imagen de la Virgen de las Nieves, obra de María Roldán, hija de Pedro Roldán, escultora muy notable que fue eclipsada por la enorme fama alcanzada por su hermana Luisa “La Roldana”.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
* Iglesia Colegial de Santa María de las Nieves, de Olivares. Sevillapedia.