Guadahortuna, en la provincia de Granada, es uno de los 19 municipios que se integran en la comarca de Los Montes, al norte de la provincia, lindando con tierras jienenses. La localidad, regada por el río Guadahortuna que le da nombre, fue fundada en el siglo XVI, entre 1504 y 1505 tras la reconquista cristiana del Reino de Granada, cuando el Consejo de esta ciudad tomó la iniciativa de crear un núcleo poblado para dar seguridad al camino procedente de la zona de Jaén.
Hoy la localidad, con casi 2.000 habitantes en el año 2022, puede presumir de tener entre su caserío una joya del renacimiento andaluz, la espléndida iglesia de Santa María la Mayor.
De su primera construcción, iniciada en 1506 sobre una antigua mezquita nazarí, no se conserva nada; quizás se trató solo de una remodelación de aquella mezquita, en la que se intervino también en 1525, siendo diez años más tarde cuando se plantearon nuevas actuaciones como la construcción de una nave lateral en ella. Las obras de remodelación quedarían paralizadas hasta 1542, cuando se acometieron nuevas intervenciones, siendo los encargados de realizarlas el cantero Domingo de Yguía y Juan Castellar, en unas obras que acabaron en 1547, cuando el gran arquitecto del renacimiento andaluz Diego de Siloé trazó su Capilla Mayor.
A lo largo del tiempo, nuevas obras acabarían por perfilar la imagen que hoy presenta esta iglesia de espléndida portada clasicista que, como ocurriera en tantas otras iglesias del territorio andaluz, fue objeto de los saqueos y quemas padecidos en el año 1936, cuando desapareció un importante número de bienes muebles.
La iglesia se organiza a partir de tres naves separadas por pilares rectangulares ochavados que soportan arcos apuntados; las naves laterales son de testero plano y la central, de mayor anchura, se prolonga con capilla Mayor avanzada y conectada al resto mediante un arco toral. Alineado con la nave central, a los pies y elevado sobre una tribuna, está el coro, y a los pies de la capilla Mayor se abre la sacristía, de panta rectangular. Las naves laterales se cubren con alfarjes inclinados, mientras que la central lo hace mediante un bello artesonado de armadura mudéjar, con tirantes pareados con lazo, ricamente decorada.
Al exterior destaca la altura de su torre, de planta cuadrada, alzada sobre la capilla bautismal y sobresaliente en su cuerpo alto de los muros del templo; consta de tres cuerpos, cada uno de ellos de menor sección en planta que su precedente, siendo de planta octogonal el del piso superior.
Bien de Interés Cultural desde 1983, destaca en esta iglesia su monumental portada renacentista (en la imagen), de dos cuerpos de altura y tres calles; de un estudiado diseño clasicista y dotada de una minuciosa ornamentación de temática plateresca que llena los espacios a modo de arco de triunfo, presenta su entrada con hueco de medio punto entre pilastras y columnas pareadas con guirnaldas en sus fustes estriados. El cuerpo superior presenta esquema similar y corona sus tres calles con frontones rectos y curvos, muy propio de la estética renacentista.
Foto: ANAGSPC (Wikimedia Commons).
Bibliografía:
* Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
