La iglesia de Santa María, de Cazorla, es un templo que se encuentra situado entre las laderas de dos cerros, en el centro histórico de esta localidad, bajo la atenta mirada del imponente Castillo de la Yedra que domina el paisaje. Su historia cuenta con un peculiar pasado que lo hace especialmente interesante, por lo singular de sus circunstancias constructivas.
La iglesia nos ha llegado hasta nuestros días en forma de ruina, siendo atribuido su diseño al célebre arquitecto Andrés de Vandelvira, a juzgar por sus motivos arquitectónicos visibles, muy similares a otros cuya autoría está documentada en él. Es obra del siglo XVI y de estilo renacentista, como puede verse en lo que aún queda de ella: el presbiterio, con ventana típicamente serliana, pilares de fuste estriado y bóveda de cañón con casetones; el arranque de la fachada, con hueco de medio punto y relieves en las enjutas entre pilastras corintias; y la torre de los pies, con bellas hornacinas de motivos clasicistas bajo frontones triangulares.
La gran particularidad de esta iglesia es el haber sido levantada sobre un río, el río Cerezuelo, para lo cual hubo que construirse antes una gran obra arquitectónica, una potente bóveda que canaliza su caudal de agua, que entra por debajo de la zona de la cabecera y, atravesándola por completo, continua su curso bajo la iglesia y bajo toda la plaza de Santa María, hasta volver a aparecer al aire libre ya a partir de ella.
El señorío donde se ubica la ciudad de Cazorla pertenecía al arzobispado de Toledo desde el siglo XIII, pasando en el siglo XVI al poderoso Francisco de los Cobos, proclamado Adelantado de Cazorla, quien trató de proyectar grandes programas de mecenazgo en la ciudad y a quien se atribuye la creación de esta iglesia. Pero con el tiempo el arzobispado intentó recuperar el territorio, iniciando entonces un amplio período de pleitos con la familia Camarasa, descendiente del de los Cobos, quedando paradas las obras.
Todo se complicó cuando el 2 de junio de 1694 una enorme tormenta de agua arrasó Cazorla y en poco tiempo las fuertes lluvias arrastraron árboles y piedras por el río, taponando la boca de la bóveda y provocando un gran embalsamiento de agua hasta alturas insospechadas, que acabaría destruyendo parte del templo, que perdió prácticamente todo su mobiliario. Y algo más de cien años después, durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas la incendiaron, agravando aún más su estado, quedando entonces casi como ahora se ve la iglesia, que de haberse acabado podría ser una de las grandes muestras del renacimiento jiennense.
Hoy este espacio es de titularidad municipal y las ruinas de la iglesia se hallan consolidadas y restauradas, sirviendo como escenario para actuaciones culturales, así como para acontecimientos civiles y religiosos; y la torre ha sido rehabilitada, y en la actualidad acoge en su interior la Oficina de Turismo de la ciudad.
Foto: Carlos Ruiz Serrano.
Bibliografía:
*Ruinas de Santa María o Iglesia Mayor de Santa María (s. XVI). Turismo en Cazorla, en turismoencazora.com. * Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico