La Maqueta de la ciudad de Cádiz tiene su origen en la Orden dada por el rey Carlos III por la que dispuso que se realizaran maquetas de todas las ciudades importantes del reino, junto con las fortificaciones de que disponían, a fin de tener una visión lo más clara posible de todas sus plazas fuertes, siempre desde un punto de vista eminentemente militar.
Para formalizar aquel proyecto se comenzó por la maqueta de la ciudad de Cádiz, por entonces posiblemente la ciudad más importante de España por ser sede de la Casa de Contratación desde 1717 y tener por ello el monopolio exclusivo de todo el tráfico marítimo y comercial de la Corona española con sus colonias americanas.
Esta gran maqueta de Cádiz fue la única de todo el país que se consiguió acabar, ya que de aquella empresa sólo existe otra, parcial, de la ciudad de Madrid, realizada por León Gil de Palacios hacia el año 1830.
En junio de 1777 se comenzó la construcción de esta gran maqueta por el teniente coronel de Infantería e ingeniero Alfonso Ximénez, quien se valió para ello especialmente de un plano de la ciudad creado por Ignacio Sala y fechado en 1749 que se conserva en el Archivo Municipal de la capital gaditana.
Con unas dimensiones de 12,52 x 6,92m, la maqueta consta de cuatro trozos perfectamente acoplables, creados en maderas finas y con trescientas treinta y tres piezas agrupadas en cinco bloques donde se reproduce a escala toda la ciudad de Cádiz de entonces.
Tratadas con admirable exactitud sus calles, la estructura de sus manzanas de casas, sus plazas y sus edificios más representativos, la maqueta está elaborada con maderas de pino flandes, ácana, caoba y ébano.
Toda su arquitectura militar está fielmente representada y en ella es fácil conocer cómo eran entonces el Castillo de la Villa -la fortaleza medieval mandada levantar por el rey Alfonso X El Sabio-, la muralla que rodea el Barrio del Pópulo, el más antiguo de la ciudad, con su Puerta del Mar, su Puerta de Tierra y el Arco de la Rosa.
También el gran recinto amurallado exterior con las contraminas que defendían los glacis de las nuevas Puertas de Tierra; la Muralla del Vendaval, La Caleta y los castillos de San Sebastián y Santa Catalina que defienden la entrada a la Bahía.
Asimismo se representa la Catedral Nueva, labrada en su mayor parte en marfil (en la imagen) y para la que su autor, al no estar aún acabada, se sirvió de los planos existentes.
Exhibida en distintas exposiciones, la Maqueta de Cádiz fue restaurada en el año 1950, y hoy se puede contemplar con todo su esplendor en el Museo de las Cortes de Cádiz situado junto al emblemático edificio del Oratorio de San Felipe Neri donde se proclamó la Constitución Española de 1812.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
. Maqueta de Cádiz.- Cadispedia, en: cadizpedia.wikanda.es
La Maqueta de la ciudad de Cádiz tiene su origen en la Orden dada por el rey Carlos III por la que dispuso que se realizaran maquetas de todas las ciudades importantes del reino, junto con las fortificaciones de que disponían, a fin de tener una visión lo más clara posible de todas sus plazas fuertes, siempre desde un punto de vista eminentemente militar.
Para formalizar aquel proyecto se comenzó por la maqueta de la ciudad de Cádiz, por entonces posiblemente la ciudad más importante de España por ser sede de la Casa de Contratación desde 1717 y tener por ello el monopolio exclusivo de todo el tráfico marítimo y comercial de la Corona española con sus colonias americanas.
Esta gran maqueta de Cádiz fue la única de todo el país que se consiguió acabar, ya que de aquella empresa sólo existe otra, parcial, de la ciudad de Madrid, realizada por León Gil de Palacios hacia el año 1830.
En junio de 1777 se comenzó la construcción de esta gran maqueta por el teniente coronel de Infantería e ingeniero Alfonso Ximénez, quien se valió para ello especialmente de un plano de la ciudad creado por Ignacio Sala y fechado en 1749 que se conserva en el Archivo Municipal de la capital gaditana.
Con unas dimensiones de 12,52 x 6,92m, la maqueta consta de cuatro trozos perfectamente acoplables, creados en maderas finas y con trescientas treinta y tres piezas agrupadas en cinco bloques donde se reproduce a escala toda la ciudad de Cádiz de entonces.
Tratadas con admirable exactitud sus calles, la estructura de sus manzanas de casas, sus plazas y sus edificios más representativos, la maqueta está elaborada con maderas de pino flandes, ácana, caoba y ébano.
Toda su arquitectura militar está fielmente representada y en ella es fácil conocer cómo eran entonces el Castillo de la Villa -la fortaleza medieval mandada levantar por el rey Alfonso X El Sabio-, la muralla que rodea el Barrio del Pópulo, el más antiguo de la ciudad, con su Puerta del Mar, su Puerta de Tierra y el Arco de la Rosa.
También el gran recinto amurallado exterior con las contraminas que defendían los glacis de las nuevas Puertas de Tierra; la Muralla del Vendaval, La Caleta y los castillos de San Sebastián y Santa Catalina que defienden la entrada a la Bahía.
Asimismo se representa la Catedral Nueva, labrada en su mayor parte en marfil (en la imagen) y para la que su autor, al no estar aún acabada, se sirvió de los planos existentes.
Exhibida en distintas exposiciones, la Maqueta de Cádiz fue restaurada en el año 1950, y hoy se puede contemplar con todo su esplendor en el Museo de las Cortes de Cádiz situado junto al emblemático edificio del Oratorio de San Felipe Neri donde se proclamó la Constitución Española de 1812.
Foto: Carlos Ruiz Serrano
Bibliografía:
. Maqueta de Cádiz.- Cadispedia, en: cadizpedia.wikanda.es